martes, 21 de agosto de 2012

Ego redibo, tu nunquam

Quinto ciclo.
Círculo de olvido

"Primera generación que no aprendió a dibujar con los labios los vocablos mirando el móvil contorno de la boca materna; primera niñez sin ávidas preguntas; primera adolescencia que no balbuceó las palabras del amor, ni guió al ensueño con las riendas del lenguaje, ni declamó su inconformidad en los sótanos y en las buhardillas de los conspiradores que tienen el corazón puro, el alma tierna e inquieto el entendimiento; ni buscó a Dios im­precando a las estrellas.
Seres de consentimiento previo, criaturas de agrega­ción, entes de subordinación: una yerta e incontenible proliferación de zoófitos blancuzcos que asediaba con su erizada rigidez toda vida que quisiera ser libre.
Marchaban sin saber siquiera a quién seguían, ni a quién precedían, ni a dónde iban, ni de dónde venían. Co­mo los puntos de una línea sin fin, como los números que se engendran a sí mismos infinita e inútilmente, como el tiempo si el tiempo no tuviera testigos, como voltea el es­pacio sobre sí mismo en la ignorancia de lo que contiene.
A su paso ciego, sordo, mudo, no habría murallas que oponer, ni diques que levantar. Sólo la muerte... la muer­te en que el río de los números se convirtiese en catarata y la catarata en ese polvillo de nada que alimenta a la eternidad.
Era pavorosa su marcha de la nada a la nada!"
El gran Burundún Burundá ha muerto. Jorge Zalamea. 1952.

“Dejan la humildad y la sumisión, como si se quitaran la ruana, y descubren su salvajismo y su insolencia como si quedaran en cueros, con el cuchillo a la cintura. Los mansos se vuelven fieras, los tristes jocundos, los taciturnos exaltados, las ovejas lobos. Un sino implacable arrastra al hombre por sus pasos contados, primero a la impertinencia, más tarde a la violencia y finalmente al asesinato. Un velo turbio y rojizo le oscurece las pupilas, un demonio interior le sopla al oído palabras procaces y desentierra del corazón una camada de pasiones mezquinas que se desenroscan y alzan la cabeza viscosa…”
El Cristo de espaldas. Eduardo Caballero Calderón. 1952


Que se la llevaron!. Francisco de Goya y Lucientes
No. 8 de la serie Los Caprichos
Grabado. 1797-99. Museo del Grabado de Goya

-"Igualmente la presente sirve el propósito de notificación legal sobre su asignación a la plaza de médico rural en dicho municipio, para el cumplimiento del Servicio Social Obligatorio, de acuerdo con los requerimientos de la Ley 50 de 1981, el cual deberá ser prestado por todas aquellas personas con formación tecnológica o universitaria en todo el territorio nacional, de acuerdo con los niveles establecidos en el artículo 25 del Decreto Ley 80 de 1980."
-Eso es todo?
-Eso es todo
-Pero no dice cuanto tiempo
-Doce meses. Eso me han dicho.
-Pero van a pagarle
-Se supone que sí
-Ay, eso es tan lejos
-No es tan lejos. Puedo venir a verla cuando tenga un día libre. Hay muchos que han mandado al otro lado del país.
-Tiene que cuidarse mucho, mi hijo.  Ese lugar es peligroso.
-Lo haré, no se preocupe.

La destrozada carretera serpentea entre las montañas en giros imposibles de tirabuzón.  El bus se estremece y todas sus partes metálicas gimen al unísono.  El cristal de la ventana vibra con un zumbido de abeja.  La mujer en el asiento del lado trata infructuosamente de consolar a su niño, que no quiere recibir el seno.  Es muy joven. Tiene la palidez amarilla de las recien paridas. El mundo gira y las fuerzas de aceleración rotacional juegan con mi laberinto. Ojalá le hubiera hecho caso a la Madre y hubiera traído más bolsas para el mareo.   El pueblo ocupa una hondonada pequeña escondida en la ladera de la gran cordillera que mira al occidente, perpetuamente inundado por las nubes que reptan al nivel del suelo, repletas de la humedad que viene desde el lejanísimo mar.  Dos calles alargadas (tres en su parte mas ancha) bordeadas de pequeñas casas blancas de bahareque. Pintoresco. Sería bonito, incluso de no ser porque apesta a miedo.

Aceras vacías. A lo lejos, un anciano renquea bajo un haz de leña.  Un perro enflaquecido duerme sobre la calzada de la calle principal, sin automóviles que lo perturben, al calor tímido de un sol que alumbra desde el otro lado de las nubes, sin acertarse a saber desde que dirección viene su luz.  Debí haberle preguntado al chofer hacia que lado ir.  No importa tanto. Es un pueblo pequeño y no tardaría mucho en recorrerlo de un cabo al otro, de cualquier forma.  La maleta no es pesada, igualmente.   Un hombre descamisado pule tablones de madera a la entrada de una vieja casa.   
-Buenas.  ¿El hospital?
El hombre se incorpora, pone a un lado la garlopa y mira con curiosidad mientras con un trapo se seca la piel morena, brillante de sudor.
-Aquí a la vuelta nomás.
-Muy amable
El suelo esta cubierto de pequeñas espirales de madera arrancadas a los tablones, que impregnan el ambiente de acidos resínicos y terpenoides
-Usted no es de por aca
-No señor
-Y que lo trae por aqui?
A la sombra del banco de trabajo, un paralelepípedo rectangular de madera, en proceso de armado.
-Trabajo
-O sea que es el medico nuevo?
Más allá de la puerta abierta de la entrada, otros cajones similares se alinean apoyados contra la pared encalada
-Así es
-A Dios gracias, ya iba siendo hora
Entonces comprendo. Un ataúd es lo que construye.
-Por que lo dice? No hay un médico en el hospital?
-Hace mas de un mes que no. 
Hasta ahora noto el letrero descolorido pintado a mano sobre el marco de la puerta: "Funeraria el Espíritu Santo".

El hospital no es difícil de distinguir al ser un poco mas ancho y alto que el resto de las casas del pueblo.  El timbre resuena como la estridulación de una cigarra particularmente furiosa. La enfermera responde soñolienta a la puerta. 
-Es para una urgencia? Porque no tenemos cupos para consulta.
-No, vengo por lo del trabajo
Por un momento rebusca las gafas de leer en sus bolsillos y lee la carta que le extiendo, moviendo un poco los labios.
-Siquiera, porque ya estábamos sin saber que hacer.
-Y que pasó con el otro médico?
-Un dia ya no vino. Así, sin avisar.  Claro que ya sabíamos que estaba aburrido hacía tiempo
-Por que?
-Atrasos en el sueldo, mas que todo.  Y el asunto de esa gente.
-Que gente?
-Pues la gente armada.  Usted sabe. pero bueno, venga y le muestro todo. Esta es la sala de procedimientos.  Aquí en este estante guardamos el material de sutura. Este es el carro de paro.  La maquina de electrocardiogramas esta buena, pero no nos han vuelto a mandar papel.   Esta es la sala de observación.  Esa es la de hospitalización. La viejita de allá la tengo nebulizando pero no esta hospitalizada ni nada. Es que sufre de asma pero la toma que sirve del oxígeno es la que está ahi.  La consulta externa se hace por el otro lado, hay que salir y volver a entrar por la puerta de enseguida.  Tengo que avisarle a la niña que nos ayuda con el archivo para que vuelva a programar citas.  En el cuarto de la esquina tenemos la mesa de atender partos. Y en esta piecita de aca es donde se puede quedar.  El televisor sirve, pero hay que tenerle mañita para moverle la antena.  Ahí debajo de la cama está la maleta de viaje.
-Y es que se hacen visitas domiciliarias?
-No, claro que no.  No se debe dejar el hospital solo, sin médico. 
-Entonces
-Es que a veces ellos vienen.  Cuando tienen heridos o cosas así.  Se llevan los combates para mas arriba, para distraer al ejército y entonces vienen.
-Y si no quiero ir?
-Ay como se le ocurre eso.  No ve que vienen con armas?
-Y que hay aqui?
-Pues unos medicamentos, y jeringas y un paquete esterilizado de instrumentos, y suturas y otras cosas necesarias.  Pero no se preocupe que llevamos muchos días que no vienen. Es nada mas por si acaso.  Por cierto, hay una señora que vive por aquí cerca, que vende la alimentación. El otro médico tenía una contrata con ella. Si quiere le digo que venga para que cuadren.
-Sería bueno si. Muchas gracias.
-Lo dejo entonces para que desempaque.  Ahorita que llegue la gente para la consulta le aviso.

Por la unica ventana del cuarto, el panorama de algunos cultivos ralos que en tiempos mejores fueron cafetos, aferrados a una ladera. Mas arriba, el bosque verde profundo salpicado por el cenizo de los yarumos, que se disuelve poco a poco en el blanco gris de las nubes.  Mas allá, el lugar incierto desde donde las detonaciones de artillería reverberan a lo largo de la hondonada de la montaña. 

Una pequeña muchedumbre espera a la puerta.  Hagan una fila. Vamos a repartir las fichas. los que no alcancen, repartimos más mañana a las siete. Los que vienen al control de crecimiento y desarrollo o a control prenatal, se apuntan alli con la enfermera.  No, no sabemos si van a mandar odontólogo.

La larga jornada termina por fin.  Atardece y el televisor solo capta estática  en todas las direcciones de sus antenas.  De nuevo el chirrido terrible del timbre. Una urgencia, tal vez.  La enfermera habla con una mujer. Lloran y se cubren el rostro con las manos.
-Y quien la encontró?
-Los areneros de mas abajo del puente. ellos la sacaron del río.
-Dios bendito.  Y que vamos a hacer ahora?
-Nos tocará a nosotras mirar que hacer, mija.
-Ay, doctor, que bueno que está aquí. Necesitamos que nos colabore.  Mire, esta es Mariela, la que hace el turno de la noche.  Este es el doctor nuevo.
-Mucho gusto
-Igualmente.  Es que es una amiga de nosotros.  Estaba desaparecida, pero ya apareció.  Muerta.
-Ya le hicieron el levantamiento y la traen para acá. Ya sabemos que es casi de noche y esas cosas es mejor hacerlas a la luz del día, pero si pudiera hacerle la necropsia de una vez, podríamos empezar a velarla para poder enterrarla mañana.
-Usted entiende que en el río los difuntos se descomponen muy rápido.
-Pero sin la orden judicial no puedo.
-No se preocupe, que yo voy a la estación de policía a ver si la mandan rápido. Mientras tanto puede ir adelantando.
-Está bien. Pero necesito a alguien que me ayude.
-Antes había un señor que se ofrecía de ayudante de necropsias, por lo que el médico le quisiera dar, pero ya hace tiempo que se tuvo que ir del pueblo.
-Entonces va a tener que ayudarme una de ustedes.
-Ay, por Dios.   Yo no soy capaz.  Vaya usted, mija y yo la cubro aqui, mientras tanto.
-Traiga con que apuntar.  Y un metro, hace falta un metro. Y tubos para muestras.
Oficio de difuntos.  Tinta sobre papel. 2006

La sala de necropsias consta de una enramada adyacente al cementerio, rodeada por una reja oxidada, entre cuyos barrotes se adivina el brillo de decenas de ojos que escudriñan.  Los curiosos del pueblo se han congregado para ver el procedimiento.  Una bombilla electrica colgada del techo, que se balancea con el viento es la única iluminación.

Numero de dictamen medico-legal de necropsia:
-Deje en blanco esa parte. Luego miramos en el archivo a ver que numero toca.

Examen Externo
Descripción Cadáver
Mujer adulta, edad aparente 20 años aproximadamente. De aspecto cuidado. Se recibe sin prendas de vestir. Con múltiples señales de trauma. Marcas de ligatura sobre cuello, muñecas y tobillos.
-Asi que era amiga de ustedes
-Era hija de la Mereja. Yo estuve cuando ella nació. Nosotras éramos amigas de toda la vida con la Mereja, desde muchachas.

Fenómenos Cadavéricos
Frío, rigidez generalizada, con livideces que desaparecen a la digitopresión.
-Y la madre? ya le avisaron?
-Ella esta perdida también. hace muchos días.  Esta niña se había ido a buscarla.  Los bandidos le mandaron razón que ellos la tenían pero que solo se la entregaban a ella en persona.
Talla: 1.55m. Peso aproximado: 43 kilos. Contextura: delgada. Raza: mestiza.
-Y por que se la llevaron?
-Por porfiada. Nosotros le dijimos.  Esa gente no la quería por allá.  Ella era la que iba a las veredas a vacunar a los niños montaña arriba.  No era enfermera, pero de joven había hecho el curso para promotora de salud.  Se lo dejaron dicho, que no siguiera yendo.  Pero ella que iba de todas formas, que llevaba 20 años haciendo la ruta, que la gente la conocía, que no iban a dejar que le pasara nada, que no estaba haciendo nada malo.   

Cabeza: Cuero Cabelludo
-Sosténgame el metro aqui, por favor
Herida circular de 2 x 2cm en región occipital izquierda de bordes regulares invertidos, a 6 cm del vertex y 3 cm de la linea media compatible con orificio de entrada de proyectil de arma de fuego.  Area de tatuaje por pólvora de 5x5 cm compatible con impacto a distancia menor a 60cms.  Herida irregular de 5x7 cm en region frontal derecha con exposición ósea y masa encefálica, compatible con orificio de salida. Trayecto de atras a adelante, de izquierda a derecha.
-Y que no podía dejar el trabajo porque la muchacha acababa de pasar el examen para entrar a la universidad. Estaba tan orgullosa de la niña.  Y la niña era así como ella, también.  Yo se lo dije que no fuera, que esa gente nunca devuelve a nadie vivo.  Se comentaba que ellos ya le habían hecho juicio. Nadie sale inocente de esos juicios que ellos hacen, tampoco. Y la sentencia siempre es de pena de muerte. Pero ella que no y que no. Que iba a conseguir la plata que le estaban pidiendo a como diera lugar y que ellos se la iban a devolver. 

Cara
Herida de 5 x 1.5 cm en región ciliar derecha, abrasión en área de 5 x 4 que compromete región malar y mejilla derecha. Herida de 3 x 2 cm en mejilla izquierda, herida en la punta de la nariz. Se palpa fractura a nivel de huesos propios de nariz. Abrasiones lineales de 2 y 1.5 cm a nivel de dorso de nariz. Herida en labio superior de 3x1 cm, herida de 2 x 1 cm en labio inferior.
-Yo creo que a esta pobre la mataron por el papá del niño.  Tenía un niño pequeño. El papá fue un policía de la estación de aquí.  Cuando se supo lo del embarazo lo transfirieron lejos. O él pidió el translado.  Nunca volvió a preocuparse por ellos.  Pero seguro creyeron que la Mereja no iba allá arriba a trabajar sino a vigilarles llos movimientos. Y que la niña era el enlace con la policía. 

Boca
Dentadura natural, completa, en buen estado.
Torax: sin alteraciones.
Abdomen: Herida de 30 x 2cm desde apendice xifoides hasta sinfisis del pubis sobre la linea media,  comprometiendo planos musculares y cavidad peritoneal.  Se observan cuerpos extraños (piedras) en cavidad abdominal.  Descripción detallada en el examen interno.
-Usted cree que estaba viva cuando le hicieron esto?
-No, ya estaba muerta
-Como se sabe?
-La herida no tiene sangre.  Cuando la persona esta viva la herida tiene sangre en los bordes. Así como en esta otra.  Esta sí se la hicieron en vida. Seguramente la cargaron de piedras para que el cadáver no florara en el agua.   Mas bien alcánceme los aplicadores.
-Y esos para que son?
-Para el frotis vaginal. Para el dictamen sexológico.
-Usted cree que la violaron?
-Quien sabe. Con la muestra, en el laboratorio salen de dudas. Tape bien los tubos y los rotula. Uno seco y uno con solución salina.  Ahora  seguimos con el examen interno.  Pero  no tenemos un bisturí al menos?
-Esto es lo único que hay.  Toca con este machete recortado, y esta segueta

La pequeña sala de estar de la casa apenas tiene espacio para el cajón de madera sin pulir y algunas sillas de plástico.  La mayor parte de la gente, espera afuera de la puerta, tratando de seguir los rezos. 
-De tierra me formaste y me revestiste de carne; Señor, Redentor mío, resucítame en el último día
-Y no alcanzó al menos para un velón?
-No, mija. Lo de la recolecta apenas alcanzó para pararle al cura.  A Dios gracias que el de la funeraria nos regaló este cajón. 
-Mi alma tiene sed del Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro del Señor?
-Al menos pongamos entonces velas de las pequeñas. 
-El café de repartir a la gente ya se acabó y no tengo más.  Toca que traiga el de su casa. 
-Entonces la muerte y el hades devolverán los muertos, y la muerte y el hades serán arrojados al lago de fuego
-Siquiera hubiera unas flores
-No importa. Sea como sea al menos va a tenr su velorio, y su entierro y su misa.  No como la mamá que quien sabe donde la habrán enterrado
-O si la habrán enterrado al menos.
-Sé que mi Redentor vive y que en el último día yo resucitaré de la tierra; y en mi carne veré a Dios, mi salvador
-Y el niño?
-A Dios gracias que todavía no entiende de estas cosas. La tendera lo tiene, ella se lo dejó para que se lo cuidara antes de irse.
-Los que están en el sepulcro oirán la voz del Hijo de Dios. Los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal a una resurrección de condena
-Y se va a quedar con el?
-Quien sabe.  Dice que los de la policía nos tienen que dar razón del paradero del papá, para que él se encargue

"No andemos más a quemarropa,
Que no nos sienta llenos de mal.
Ya se nos rebosó la copa
De tanta furia irracional.
Balas rezadas, fierro, veneno.
Muertos de causa no natural.
Cuentos de horror:
Yo los condeno.
Así ni modo el nobel de paz.
No más, no más
De darle a ese gatillo.
No más, no más.
Paren de disparar.
¿De donde tanta sangre fría?
Siempre tentados con el más allá
A quemarropa.  Aterciopelados.
1995. La pipa de la paz.  Sony Music


"Su cuerpo, desnudo en las afueras.
Trece puñaladas, mutilada"
¿Quien mató a la Gomela?- Aterciopelados.
1993. Con el corazón en la mano.  Sony Music.