martes, 27 de diciembre de 2011

Eschaton

Cuarto ciclo
Circulo de silencio
Cielo y Agua.  Maurits Cornelius Escher.  Litografía. 1942

"acuosas nieblas bajan
tupidas como redes
cuyos dueños reposan,
traduciéndose en vidrio
lúcido mientras flotan
las torres del castillo
hacia mí hiriendo el rostro
del silencio. Ascienden
sus miembros poderosos
y álgidos, pelo grave
más que mármol, y cantan
de un mundo más amable
que ninguno. Estos cantos,
hermanas, sobrepasan
al oído gastado
que aquí, en el campo, escucha
bajo el orden impuesto"

Sylvia Plath. El Coloso. 1960

Representación gráfica de la Función Zeta de Riemann en el plano complejo
Jan Homann. 2007
El Padre y la Madre han decidido volver a su pueblo natal, a establecerse de nuevo en los remotos cerros donde se conocieron por primera vez.  No puedo ir con ellos. Debo quedarme con mis estudios que apenas empiezan.  He quedado varado con Hermana Mayor y su marido. Han decidido acogerme en su hogar. Una pequeña casa, suspendida de las laderas del perímetro de la ciudad.  Me han hecho espacio en su sótano. se respira esporas y humedad.  Una ventanita en la pared del fondo, insuficiente para asomar la cabeza, donde suelo pasar las horas, con la nariz pegada al vidrio.  El cielo nocturno de la ciudad está despojado de las estrellas que siempre poblaron las noches del campo.  Mas allá del cristal, el fondo del barranco.  Diminutos ranchos de plástico y madera donde viven los desposeídos.   Al otro lado, al tope de la ladera opuesta, un lote de parqueo. Los choferes suelen parquear sus vehiculos, apearse y orinar de pie contra la reja.  Muchas veces, cuando notan que los observo terminan por masturbarse. A veces, incluso dicen adiós con la mano. 

Terror geométrico.  Carboncillo sobre papel. 2009

El timbre repica.  En la puerta, un hombre joven, flaco, de aspecto un tanto desvalido. Chaqueta de paño planchada cuidadosamente, demasiado grande para su cuerpo. Vieja corbata de aspecto raído.  Su piel muestra las marcas de largas horas a la intemperie.  Sonrisa ancha y franca. Extiende su mano para saludar, cubierta de los callos que deja el trabajo manual.   Desea saber mi opinión acerca de el sufrimiento que aflige a la humanidad.  Le digo que la humanidad no conoce aún el sufrimiento.   Dice que el deterioro de las condiciones imperantes es un signo del fin inminente del sistema mundial, como fue predicho hace siglos, en el libro del tiempo del fin. Que la Divinidad ha concedido a los hombres, un tiempo para demostrar su capacidad para dirigir su propio destino, y que cuando esta incapacidad se haga completamente evidente, retomará de nuevo el Reino de este mundo y aniquilará el espíritu del caos, otorgando a los malvados el castigo de la no-existencia, destruyendo todos los sistemas corruptos, y reinstituyendo en la tierra la belleza y armonía del Paraíso. Con emoción señala las líneas en el libro con su índice, mientras sus ojos se iluminan: "El mismo estara con ellos. Y enjugará sus lágrimas. Y no habrá mas angustia ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado."   Sus ideas difieren bastante de lo que nos contaron el Padre y la Madre, y de lo que escuchamos en la misa dominical, en las que escuchamos sobre los tormentos del infierno y la vida eterna en el cielo.  El Padre estaría sumamente contrariado si escuchara esto.  He pedido permiso a Hermana Mayor para asistir a una de las conferencias del hombre. Ella ha considerado impropio dejarme ir por mi cuenta y me acompaña.   Un pequeño salón de sillas de plástico.  Sin imágenes. Sin Adornos.  Un grupo de gente de aspecto pobre, en su mejor ropa de domingo que se esfuerzan en un debate sobre exégesis bíblica sobre el primer capítulo del Evangelio de Juan, donde,  trabajosamente y por turnos, todos intentan aportar su opinión.  En el principio era la palabra.  Y la palabra estaba con Dios. Y la palabra era divina. La falta de artículo definido indica que a pesar de tener una naturaleza divina, la palabra en si misma no es Dios.  Contradice la doctrina de la trinidad. Posibles orígenes paganos en la Trimurti.  Hermana ha solicitado audiencia con los encargados. Les ha pedido ayuda para curar mi peculiaridad. (Es así desde pequeño.  Los curas no pudieron hacer nada).  Han hablado conmigo. me han recordado que la Divinidad me ama sin importar mis pecados.  Sin embargo, los pecados son igualmente malos aunque se lleven en el corazón y no se lleven a la realidad.  Me han dado folletos y revistas para leer. Me han regalado una biblia nueva, con subrayados y notas al margen. "¡Qué! ¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres,  ni ladrones, ni personas dominadas por la avidez, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredarán el reino de Dios.  Y, sin embargo, eso era lo que algunos de ustedes eran. Pero ustedes han sido lavados, pero ustedes han sido santificados, pero ustedes han sido declarados justos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y con el espíritu de nuestro Dios." (sexto capítulo de la  primera carta a los Corintios).  Curioso fraseo del texto,  con un estilo gramatical  menos arcaico que la biblia de la mesita de noche de la Madre.  Los folletos explican que el sexo es una bendición otorgada por la divinidad, pero no es para todos.  Compara la situación de los homosexuales con la de los cónyuges de personas crónicamente enfermas que no pueden cumplir sus deberes maritales:  Se sabe que tienen impulso sexual pero deben aprender a vivir prescindiendo del sexo por completo (excepción hecha de los que pueden desarrollar algún grado de respuesta heterosexual, que tiene permitido casarse con una mujer una vez han dado muestras suficientes de rehabilitación). Hay una sugerencias sobre cosas que se puede hacer para combatir el deseo sexual: Ejercicio físico. Estudiar la Biblia. Enseñar a otros.  Mantenerse ocupado en actividades espirituales.  Pedir fuerzas al poder superior.  Seleccionar unicamente amistades cristianas. Identificar situaciones potencialmente excitantes para evitarlas a tiempo.  Una larga lista de etcéteras.

"El reino de este mundo
ha llegado a ser el reino de nuestro Dios
y de su Cristo
y El reinará por siempre y para siempre"
(Apocalipsis 11, 15)
El Mesías. HW56. Aleluya.  Georg Friedrich Händel. 1741
Andre Rieu, la orquesta Johann Strauss y el coro Harlem Gospel Choir. 2004

sábado, 24 de diciembre de 2011

Congratulaciones

"La Virgen y San José
perdieron sus castañuelas,
y buscan a los gitanos
para ver si las encuentran.
La Virgen viene vestida
con un traje de alcaldesa,
de papel de chocolate
con los collares de almendras.
San José mueve los brazos
bajo una capa de seda.
Detrás va Pedro Domecq
con tres sultanes de Persia.
La media luna soñaba
un éxtasis de cigüeña.
Estandartes y faroles
invaden las azoteas.
Por los espejos sollozan
bailarinas sin caderas.
Agua y sombra, sombra y agua
por Jerez de la Frontera. "
Romance de la Guardia Civil Española. Federico García Lorca. 1928


Estimados congéneres humanos:
Como es apropiado según la costumbre, los medios de comunicación suspenden sus contenidos habituales para incluír mensajes adecuados a la temporada. De esta forma, el mensaje de hoy consiste en una felicitación, deseándoles que las celebraciones de este solsticio invernal cumplan todas sus expectativas y satisfagan todas sus supersticiones.  Los mamíferos carniceros detallados en la fotografía (Canis lupus familiaris. Linnaeus 1758) gozan de la condición de mascotas domésticas (De izquierda a derecha: Miss Vida Bohême, Noxeema Jackson y ChiChi Rodríguez).  Larga vida a ustedes y pronta muerte a sus enemigos.  

 
Les Anges dans nos campagnes. Tradicional Francesa siglo XVIII. Coro infantil Les Petits chanteurs à la Croix de Bois. 2008
 

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Lección de Anatomía

"¿Vuelve el polvo al polvo?
¿Vuela el alma al cielo?
¿Todo es vil materia,
Podredumbre y cieno?
¡No sé; pero hay algo
Que explicar no puedo,
Que al par nos infunde
Repugnancia y duelo,
A dejar tan tristes,
Tan solos los muertos."

Rima LXXXIII. Gustavo Adolfo Becquer. 1863

Cornelis Troost. La lección de anatomía del Dr. Willem Roëll
Oleo sobre lienzo. 1738. Galería Nacional. Dublín.

La escuela de medicina es un grán barracón blanco de cuatro niveles.  Espacios rectangulares y severos, desprovistos de todo ornamento. Un grupo de personas espera en el pasillo su turno ante el panel de maestros para la entrevista de admisión.  Me miran con curiosidad por un momento y a continuación se desentienden de mi presencia.  Supongo que un muchacho de catorce años parece un poco fuera de lugar allí.  Todos parecen en sus veintes o treintas. Algunos un poco más incluso.  Fuman y hacen las presentaciones de rigor. Por las conversaciones informales que se oyen en el ruido de fondo me entero que algunos van por su segunda o tercer carrera universitaria. Algunos vienen directamente de la educación básica, como yo.  Finalmente, mi turno. Paredes blanqueadas. Cortinas negras. Sillas de plástico. Intercambiar cortesías.  El panel demanda conocer mis razones para ingresar.  Según las palabras de Eric Cassell , el médico pocas veces cura, algunas veces alivia, pero siempre debe consolar.  El médico acompaña a los que sufren.  Es necesario que alcance a comprender la naturaleza del sufrimiento humano. Necesito conocer la esencia del dolor. Es una información de vital importancia. 

Flor de caos. Bolígrafo sobre papel. 2007

El listado en la cartelera incluye mi nombre. Exito.  Listado de textos. Habrá que arreglarse con los disponibles en la biblioteca de la facultad.  Curriculum anual. Programación de clases. Inicia con anatomía básica. Largas horas de disertación en las penumbras mientras corre el proyector de diapositivas con su monótono click. 

La práctica anatómica se lleva a cabo en una sala embaldosada, llena de camillas metálicas.  En cada una de ellas, un cadáver extraído hace poco de su tanque de preservación.  El olor a formaldehído lo impregna todo. Araña la garganta e irrita los ojos. Hace difícil pensar.  Organizarse en grupos (por orden alfabético). Cada grupo con su cadáver correspondiente. En la camilla, un hombre mayor, desnudo, con un gesto de angustia petrificado en su rostro, boca abierta, textura de cuero curtido.  No tiene signos externos visibles de violencia. Probablemente murió de edad avanzada, o de sofocación (habida cuenta de la manera en que respiran los humanos). Es la primera vez que veo un cuerpo desnudo personalmente.  La facultad se provee de cadáveres que no han sido reclamados, como está establecido por la legislación vigente.  La mayoría, desposeídos, que habitan las calles. La ciudad cuenta con un gran número de ellos. El Padre dice que se debe a que la gente local  tiene fama en el país de ser generosa y dar buenas limosnas, por lo cual atrae a  indigentes de todos los puntos cardinales. Algunos perecen ante los de su propia clase, en luchas territoriales. Otros sucumben al hambre, la enfermedad y la exposición a los elementos. Muchas veces, a las drogas que consumen. Otras veces a los autodenominados grupos de limpieza social, que se abrogan el derecho de eliminar a quienes consideran indeseables.  El noticiero de la noche lo reporta en ocasiones. La disección muestra los detalles del cuerpo. Mis movimientos torpes con el escalpelo muchas veces dañan las frágiles estructuras. El profesor me llama la atención constantemente al respecto.

Orgullo y prejuicio y zombies. Jane Austen y Seth Grahame-Smith.  Quirk Books, 2009.
Portada por Doogie Horner, modificación del retrato de Marcia Fox por William Beechey.  1851

El receso se lleva generalmente en la cafetería de la primera planta.  Allí se fuma, se bebe café frío, se organizan los grupos de amigos y se comparten opiniones.  Ajeno a todos los grupos, bebo mi café y escucho en el murmullo de las conversaciones mezcladas.   D ríe ruidosamente en medio de un grupo de muchachas.  Es largo y flaco, desgarbado, con un curioso perfil de pájaro.  Posiblemente a mediados de sus veintes o inicio de sus treintas. Rostro pálido. Oscuras ojeras. Movimiéntos rápidos y nerviosos.  Fuma un cigarrillo tras otro.  Al parecer proviene de una familia acomodada. Comparte abiertamente con sus amigas los detalles de su vida.  Es la cuarta carrera que inicia, sin haber terminado ninguna, pues no encontró nada que lo convenciera. Es homosexual y su familia lo acepta.  En las tardes, al terminar las clases, viene un hombre a recogerlo. Generalmente, no el mismo.  Le besa con la boca abierta.  En las mañanas, discute las aventuras de la fiesta de la noche anterior, en las que generalmente se ha divertido a morir. Las clases no parecen interesarle mucho, y muchas veces se duerme durante las conferencias, con las gafas oscuras puestas. Muchos lo evitan, y reaccionan ante su presencia con un rictus de repugnancia.  D parece impermeable a ello y continúa con su monólogo impasiblemente.  En su casillero del sótano aparecen escritos epítetos insultantes. No parece darse por enterado.  Aparecieron igualmente en su motocicleta, grabados con una llave sobre la pintura del tanque.  Su buen humor sarcástico no parece haber variado. Finalmente un buen día no aparece más. Los comentarios de la cafetería dicen que decidió irse a la Capital a perseguir otra carrera, porque siente que el ambiente de la provincia le es opresivo.  Nunca tuvimos una conversación ni le conocí más que indirectamente, aunque diseccionábamos el mismo cadáver.

Hasta algunos años antes, la homosexualidad era, en el pais, contra la ley y castigada con cárcel.  Poco después de su despenalización, se organizó el primer desfile de orgullo gay del país.  El noticiero registró en sus imágenes un puñado de ciudadanos a pié, rodeados por varias docenas de policías antidisturbios,  por una calle de la capital, llevando pancartas y gritando consignas pidiendo igualdad y derechos.  Las opiniones del público, que se mostraban en contra, indicaban que la gente normal no sale a las calles a expresarse orgullosa de ser normal, y por lo tanto los invertidos tampoco deberían hacerlo. No explicaba, sin embargo, el noticiero en que consiste el orgullo gay, y la literatura disponible no tenía mucho que decir sobre el tema.  Algunos años después, el noticiero señalaba en un breve apunte que el organizador de aquel primer movimiento había muerto, víctima de uno de los grupos de limpieza social, similar a los que mantienen abastecida nuestra práctica de anatomía, al igual que tantos otros en similares circunstancias a lo largo y ancho de la geografía nacional.  Entonces la noción se aclara un poco. No es orgullo el considerarse mejor que los otros por tener una peculiaridad en el modo de sentir.  Es orgullo lo que trataba de hacer D y lo que costó la vida al manifestante. Resistir ante la maquinaria que monta la sociedad para hacer de cuenta de que algunos de sus miembros no existen. No disculparse por ser quien es. No tratar de hacerse invisible y desaparer.  Parece ser una lucha desigual.


"Que es un hombre? que es lo que en verdad tiene? Si no es a sí mismo, entonces no tiene nada.  Decir lo que verdaderamente se siente y no las palabras de aquel que se arrodilla"
My way.  Frank Sinatra. Adaptación de Paul Anka. 1969

lunes, 19 de diciembre de 2011

Disyuntiva

"-Quiero que tengas este collar.
-Um.. No es necesario.
-Si lo es.
-Es usted muy amable, pero..
-No, puedo ser cualquier cosa, menos amable. De hecho tengo la obligación profesional de ser malevolente
-Entonces deberías cambiar de trabajo.
-No puedo.
-Si puedes.
-No, no, está en mi sangre.  Una vez fuimos guerreros.  Ahora sólo queda la urgencia. Una sombra asesina cruza por mi alma. Asi que.. (suspiro)
-Entonces debí dejar que te ahogaras.
-Si, debiste.  Cerdo, si usaras mi collar, me harías un gran honor"

Babe, Pig in the city.  George Miller. 1998. Universal movies

El último año de la educación básica avanza. Termina el primer trimestre.  Es la época de la evaluación normalizada obligatoria para el acceso a la educación superior.  Gran folio desplegable. Secciones según las áreas del conocimiento. Cuadernillo de respuestas.  Selección mçultiple.  Rellene completamente el óvalo con el lápiz de número dos.  Tenga a mano su documento de identificación. El camión blindado que atiende los transportes de dinero del banco ha venido a recoger los cuadernillos. Los resultados tardan algunas semanas.  La coordinación los entrega en sobres cerrados.  Un instituto de educación pública, de presupuesto exiguo y maestros sobrecargados de alumnos, puede generalmente aspirar a resultados pobres.  Sin embargo el altavoz pasa un mensaje de felicitación.  El puntaje mayor de toda la provincia, en nuestro plantel.  Motivo de orgullo.  En alto el nombre de la institución.  Mejores subvenciones para nuestro presupuesto. Buena publicidad.  Evento en la plaza de las banderas.  Himno nacional. Todos de pie: El señor rector. Una medalla de hojalata dorada con una inscripción. Una beca para una carrera universitaria.  Al parecer, las pruebas generales de conocimientos tienen más importancia de lo que pudiera atribuírseles  dada su apariencia anodina. Las entidades parentales lucen un poco perplejas. Siempre creímos que me quedaría en el campo, para continuar el trabajo del Padre. Nunca se habían planteado la posibilidad de una carrera universitaria.  Nadie en nuestra familia ha ido a una universidad.  La Madre dice que estaría muy feliz si estudiase medicina y llegara a ser un doctor. 

La institución ha decidido declarar como celebración, un día libre para todos, con una excursión para nuestro grupo al parque acuático de la gran ciudad del valle del sur.  Esse toma el asiento a mi lado en el autobús. Alto, moreno, enormes ojos brillantes, cabellos ensortijados.  Siempre ha sido amable conmigo, aún sin haberle dado motivos para ello.  En las clases de arte muchas veces he pintado su retrato con las acuarelas que me prestaba la maestra. Su piel aterciopelada. El contorno curváceo de sus labios.  El diminuto hoyuelo de sus mejillas al sonreír. El parque acuático es una enorme sucesión de piscinas con sus toboganes correspondientes.  Nunca había estado en una piscina antes.  La piscina mayor simula el oleaje del mar, por medio de un mecanismo que genera perturbaciones periódicas del agua.  El oleaje artificial empuja, imperceptiblemente.  El cuerpo de Esse, cubierto por su pequeño bañador, brilla húmedo bajo el sol. Como un pez irisado.  De pronto, falta el suelo bajo mis pies. No logro sacar la cabeza por encima del nivel del agua.  Mis movimientos, como siempre descoordinados, no son eficientes para propulsarme a través del agua.  Los niveles de oxígeno decaen.  El cuerpo desencadena su respuesta de pánico.  El corazón se acelera a su máximo.  Todo se oscurece.
-Sabemos bien que no podemos ir todavía. No fué nuestra culpa.
-Te has descuidado. La exoforma es frágil, deberías haberla cuidado mejor. Los Destinos no estarán nada contentos. 
-Es verdad. Pedimos perdón por nuestra negligencia. 
-De cualquier modo, no puedes ir conmigo por ahora.  Tu regreso ya está en curso.
Se abren mis ojos. El rostro de Esse. Sopla dentro de mi boca. Leve sabor a sal de su saliva. Un  acceso violento de tos.  El cloro quema la garganta.  Durante el viaje de regreso, me ha dejado recostar la cabeza en su regazo. 

Distorsión de la conciencia. Tinta sobre papel. 2005

Las mejores universidades están, desde luego, en la capital del nuevo reino. La gran ciudad, desconocida, a cientos de kilómetros.  La capital de la provincia es una alternativa. Su única universidad ofrece algunas opciones. La escuela de ingeniería puede servir como base para obtener un medio de vida prosaico y mantener un bajo perfil. Continuar mi observación de una manera indirecta.  La escuela de medicina ofrece una oportunidad de escudriñar más profundamente en la vida de los otros, y hacer una observación mas activa, diseccionar sus motivaciones, miedos y esperanzas, aunque con la desventaja que plantea mi aversión al contacto humano.  La decisión es difícil de tomar, y los dias avanzan.  Finalmente, la disyuntiva se resuelve a sí misma: Las inscripciones de la escuela de ingeniería han cerrado, pero medicina aún admite por un día mas.  La Madre estará feliz.   Sin embargo, una rara opresión atenaza mi estómago cuando pienso que pronto ya no volveré a verlo a diario.   

"Sentada en un borde de hierba,
juega con las olas,
con la punta del pié
con el pliegue de su vestido.
La toca el rocío.
En el agua,
nació en el agua más límpida
y se ha arrojado al mar,
al mar
donde el amor está"
Celtica.  Emma Shapplin.
Etterna.  2002. Ark 21/Universal music


martes, 13 de diciembre de 2011

Ensalmo

"Todas las rosas son blancas,
tan blancas como mi pena,
y no son las rosas blancas,
que ha nevado sobre ellas.
Antes tuvieron el iris.
También sobre el alma nieva.
La nieve del alma tiene
copos de besos y escenas
que se hundieron en la sombra
o en la luz del que las piensa.

La nieve cae de las rosas,
pero la del alma queda,
y la garra de los años
hace un sudario con ellas.

¿Se deshelará la nieve
cuando la muerte nos lleva?
¿O después habrá otra nieve
y otras rosas más perfectas?
¿Será la paz con nosotros
como Cristo nos enseña?
¿O nunca será posible
la solución del problema?

¿Y si el amor nos engaña?
¿Quién la vida nos alienta
si el crepúsculo nos hunde
en la verdadera ciencia
del Bien que quizá no exista,
y del Mal que late cerca? "

Canción otoñal.  Federico García Lorca. Noviembre de 1918


El Exorcista. Fotograma.  1973. William Friedkin. 

El poder de Cristo te obliga.  Fotografìa subtitulada
Eric Nakagawa y Carson Cherry. 2008.  I can haz cheezburger

Hermana Mayor ha decidido llevarme a una Misa de Sanación organizada cada fin de mes en una pequeña parroquia a las afueras de un pueblo cercano.  Le han dicho que el cura reprende a los espíritus malignos en una especie de exorcismo colectivo que cura males del cuerpo y del alma.  Piensa que tal vez él pueda corrgir lo que hay de malo en mí.  Le he dicho que la iglesia tiene una actitud bastante cautelosa con los exorcismos y que no creo que este cura esté respaldado por el Vaticano, por lo cual no creo que tenga licencia oficial para ese procedimiento. Dice que no importa. Que todo es cuestión de tener fé.  Ha inventado una excusa sobre tener problemas de salud femeninos, le ha pedido al Padre que le deje llevarme para acompañarla.  Algunas horas después, la vieja capilla, colmada a su mayor capacidad.  Ladrillo a la vista.  Un icono de la Virgen Dolorosa de escuela quiteña, probablemente.  Incensarios cubiertos de cenizas. Gradilla de hierro sembrada de mil velitas votivas encendidas que oscilan con el viento.  Una muchedumbre heterogénea eleva sus manos hacia el altar.  De la conversación de fondo de los feligreses recojo que el cura ha sido amonestado varias veces por las altas jerarquías de la iglesia por insistir en éstas misas místicas, pero que el obispo local ha preferido mirar para otro lado, porque las contribuciones de los fieles a este servicio siempre son muy generosas.   El cura es un hombre de mediana edad, de estatura imponente, y gesto severo.  Se acerca a los afligidos e increpa a los males que les afligen. Los aspersa con agua bendita. Les toca con la punta de los dedos. Algunos caen al suelo, atónicos. Otros lloran inconsolablemente.  Otros tratan de atacarlo y son contenidos por sus familiares, que están a su lado para tal efecto.   


Rododendro II.  (Cenofobia).  marcador permanente sobre papel. 2008

Por fin, se detiene frente a mí. Huele ligeramente a alcanfor y nueces de macadamia.
-Sal de este siervo de Dios, demonio de concupiscencia
-Me temo que no conozco a ese demonio que menciona.
-Cristo te lo ordena
-La verdad no estoy familiarizado con el procedimiento
Mira directo a los ojos. Le miro fijamente.  Parece ver algún punto al otro lado de mí.  Tras un instante, da un paso atrás. Ha pedido a Hermana Mayor que se quede conmigo hasta después del servicio. Se sienta en una de las bancas. Se enjuga el sudor con su estola. Respira profundo. Tras algunos instantes continúa con su ritual. 

Una hora después, la gente se ha ido.  Hermana Mayor espera unas bancas mas atrás, leyendo nerviosamente su misal. 

-Seres malignos que ejercen su influencia sobre este niño, manifiesten sus nombres!
-No existen tales seres. me temo que ha sido mal informado.  
-En el nombre de Cristo!
-Y en el caso hipotético que existieran, sería arbitrario calificarlos como malignos
-Les ordeno que salgan!
-Existen algunas tareas desagradables que deben llevarse a cabo para engrasar las ruedas de los mecanismos mayores, que sostienen el universo.  Algunas preguntas no están destinadas para que los seres humanos conozcan sus respuestas.
Se acerca más y me mira a pocos centímetros de mi cara.  Palidece.  En el reflejo de sus ojos, veo los míos, y más allá, el rostro del Hambre

Las Hermanas, reunidas,  esperan nuestro regreso.  
-Que ha dicho?
-Que ya está bien. Que debe rezar a diario el rosario
-Y cuando hay que volverlo a llevar?
-Dice que no es necesario
-Y que mas dijo?
-Nada más. Dijo que estaba indispuesto.

Road to antarctica.  The Thing Soundtrack (2011)
Marco Beltrami. Universal.



sábado, 10 de diciembre de 2011

Epifanía

"Chupar pene es un arte y una forma de vida. Tanto para el hombre que presenta su pene como para el succionador que acepat la invitación, ésta es una forma consagrada para dar y recibir un grado casi inenarrable de placer y comunión.  Es un juego, un trabajo y una veneración."
Paul Morris. Declaración de propósito.  2005. Treasure Island Media.  


Adoración de los magos. Andrea Mantegna. 1501
Oleo sobre lienzo.  Museo J.Paul Getty. Los Angeles

JL está en mi clase.  Tiene dieciseis. Delgado.  Postura erguida. Cabeza en alto. Risa fácil. Disposicion abierta y expansiva. Caligrafía cuidada, de letras cursivas pequeñitas. Conoce los nombres de todos en el colegio. Saluda a todas las muchachas con beso en la mejilla.   Todos parecen ser sus amigos.   Conversa con todos, incluso conmigo.   Charlar con él es sencillo.  Su conversación fluye sin trabas, con agudo sentido del humor.  En las charlas grupales, con frecuencia habla sobre las muchachas con las que sale, o aquellas con las que le gustaría salir. A pesar de que no es particularmente hermoso, casi ninguna le dice que no.  Va a todas partes con su gran portafolios, donde guarda las cuentas por cobrar de su madre.  Ella vende ropa a crédito. La mayoría de las maestras son sus clientas.  En el viejo auto de su madre, cruza todas las direcciones de la ciudad, cobrando las cuentas, cuyos saldos controla cuidadosamente. Sabe conducir, y ya tiene licencia. 

Minutissimum. Carboncillo sobre papel. 2009

La clase de álgebra del día ha sido suspendida, por enfermedad de la maestra, por lo que dispongo de cuarenta y cinco minutos para mi mismo.  La mayoría ha ido al campo de fútbol o al de voleyball a jugar, mientras todos los demás están en sus clases.  En estos casos, acostumbro ir a esconderme bajo las gradas junto a la pista de atletismo, para poder estal solo.  Esta vez, sin embargo no estoy solo.  Algunos minutos después de mi llegada al escondite, escucho ruidos sobre mí.  La madera cruje bajo unos pasos.  Susurros.  El ruido de un cierre que se abre.  Una respiración agitada.  Entre las tablas de la gradería frente a mí, veo unos pantalones caer sobre unos tobillos. Unas piernas velludas. Posiblemente es uno del último grado.  Se sienta con las piernas muy abiertas.  Frente a él, JL se arrodilla. Sus movimientos acompasados son dirigidos por la mano que lo sostiene del occipucio.   Ruidos húmedos.  Jadeo. Un leve gruñido.  Una gota viscosa que cae sobre mi mejilla.  Sorprendido, la tomo con la punta del dedo. Sin pensarlo, la llevo a mi boca. Sabor alcalino. Sal. Como cal disuelta en una lágrima. Como morder un grano de maíz tierno de una mazorca recién abierta.   Descubro de que es lo que mi cuerpo tiene hambre en verdad.
"Y, como una revelación, ya sé que quiero en esta vida"
La guitarra.  Auténticos Decadentes.  Mi vida loca. 1995. RCA records

lunes, 5 de diciembre de 2011

Flagrancia

Expulsión de Adán y Eva del paraíso terrenal. (Cacciata dei progenitori dall'Eden)
Masaccio. (Detalle)
Fresco. Santa María del Carmine. 1428

Tercer hermano continúa su ritual diario del baño en el patio interior, junto a la máquina despulpadora.  El nuevo cubículo de ducha no parece convencerle.  Después de nuestro incipiente y fugaz acercamiento, he tenido reservas de volver a asistir al espectáculo maravilloso de su cuerpo desnudo.  Me muerdo los labios y trato de concentrarme en mis deberes.  Algunos pasos circundando el perímetro de la casa y podria verle.  Es demasiado peligroso.  Alguien podría verme.  El castigo sería severo, sin duda.  Él podría verme. No estoy seguro de que no lo haya hecho antes, pero tal vez no seguiría ignorando la situación y me confrontaría directamente.  No sabría que responder, o que hacer.  El paso de los días no ayuda a disipar mi ansiedad, sólo la acrecienta.  Le he visto pasar, con su toalla en el hombro, su pantaloneta de jugar fútbol, y una erección inocultable.   Es demasiado para mí. No lo puedo evitar. Me he puesto en marcha.  De nuevo, de pié ante la ventanita de salida de la máquina, veo su cuerpo.  De nuevo, masturbándose con un rápido movimiento de sus dedos. Esta vez sí me ha visto, indudablemente.  Sus ojos se han fijado en los míos por un segundo.  De nuevo, su curioso juego manual con sus testículos. Prolongadamente.  

Algoritmo de culpa.  Tinta sobre papel. 2001

De pronto, un fuerte tirón en mi oreja.  Hermana Mayor se ha dado cuenta.  Ha venido tras de mí. Lo ha visto todo. Ha llegado hasta mi posición y no la he sentido.  Me saca a rastras.  Trato de balbucear una excusa pero los sonidos nos alen de mi garganta.  Me ha preguntado porqué.  No he sabido contestarle.  Ha reunido al concilio de las hermanas. 
-No puedo creerlo
-Si hubiera espiado a una de nosotras, sería mas comprensible, pero Él...
-Es uno de esos..
-Sí, como el ahijado.
-Que ha sido de él, por cierto?
-Lo han echado de la casa
-Dicen que se fué a trabajar a la Capital
-Como peluquero
-Pero que haremos con éste?
-Le diremos al Padre?
-No, no podemos.  La Madre se ganaría un problema igual que la otra vez.
-Es verdad, le echaría la culpa
-Pero no podemos dejarlo así
-Tendremos que llevarlo con el cura.  El sabrá lo que hacer...

"Había una vez una niña que no se cambiaba con las otras niñas en el vestidor. Y cuando, finalmente la obligaron, vieron su cuerpo cubierto de lunares. Ella no pudo simplemente explicar que siempre habían estado ahí"
Mmm mmm mmm mmm.  Crash test dummies. God shuffled his feet. 1993. DMG/Arista

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Comunión

"¡Ay, petenera gitana!
¡Yayay petenera!
Tu entierro no tuvo niñas
buenas.
Niñas que le dan a Cristo muerto
sus guedejas,
y llevan blancas mantillas
en las ferias"


Falseta. Gráfico de la petenera. Romancero Gitano.  Federico García Lorca. 1928

"La noche se espesa como un vino de cien años. La serpiente gorda del Sur abre sus ojos en la madrugada, y hay en los durmientes un deseo infinito de arrojarse por el balcón a la magia perversa del perfume y la lejanía."
Diálogo del amargo.  Poema del cante jondo.  Federico García Lorca. 1921
Los siete sacramentos. Roger van der Weyden. 1450
Oleo sobre madera.  Museo Koninklijk voor Schone Kunsten, Antwerp, Bélgica

El Padre ha reunido por fin, lo suficiente para encargar algunos arreglos necesarios. Reparaciones a los viejos tejados corredizos que cubren las grandes cajas de madera en las que los granos de café se secan al sol. Un inodoro con agua corriente, para no tener que usar más la letrina excavada en la tierra. Una ducha de regadera, para no tener que usar más la manguera de caucho.

Novena geometría estelar.  Acrílico sobre gesso.  2007

Tras algunas semanas de catecismo dominical, es el día señalado para la Primera Comunión. Parece ser de gran importancia para las entidades parentales.  Me han comprado una camisa blanca.  Un pantalón de paño.  Nunca antes tuve ropa nueva, sólo la vieja ropa de los Hermanos. La Madre adorna una gran vela blanca.  Debo bañarme para estar listo. Partiremos pronto a la ciudad. La regadera de la nueva ducha me acaricia con sus cien chorritos de agua fresca.   Al otro lado de la puerta, el ruido de las herramientas.   Me inclino hasta recostarme sobre el suelo.  Por la pequeña hendidura bajo la puerta, veo el patio central. Es el constructor que ha traído el Padre.  Hombre recio de barba cerrada, y cabello de cepillo.  Con sus fuertes brazos dobla las varillas de hierro para hacer vigas, con las cuales levantará un muro.   Su raída camisa abierta, sin mangas, deja ver su pecho velludo y sus poderosos músculos, de venas hinchadas por el esfuerzo. Me masturbo furiosamente, en una posición incómoda, con la mejilla pegada al suelo mojado.  El agua cae sobre mi espalda.  El orgasmo viene pronto, pero el hambre no cede.  Necesito continuar.  El extemo puntiagudo de la varilla en la que trabaja ha lacerado su carne. Una blasfemia.  Sangra.  El segundo orgasmo me sacude.

Hemos llegado a la iglesia grande de la ciudad.  Sus altos muros, cubiertos de piedras pulidas, sacadas de los bancos del gran río.  Se quema el incienso.  En lo alto del techo inaccesible, vuelan las palomas.  Las niñas, con sus blancos vestiditos de novia, y sus blancas mantillas.  Los niños con sus trajecitos elegantes y corbatas a juego.  Antes del acto principal, la ceremonia de la confesión y el perdón de los pecados.
- Me acuso de que he faltado a misa cuatro domingos este año
-Que mas?
-Me acuso de no creer en la infalibilidad pontificia.
-Algo mas?
-Me acuso de haberme comido una pastilla de menta que pertenecía a mi hermano sin haberle pedido permiso.
-Nada mas?
-Nada
-Ni pensamientos impuros?
-No, ciertamente.
Finalmente, el desfile solemne por la nave central.  La pequeña oblea de la eucaristía. Una foto encargada al fotógrafo que trabaja afuera de la puerta principal. De vuelta a casa. El Padre ha abierto una botella de aguardiente para celebrar la ocasión.  Los Hermanos han invitado al constructor a suspender su tarea y acompañarnos.  Se acerca, sonriendo.  Me extiende su gran mano vendada y me felicita.  Desearía decirle algo pero no puedo pensar ni siquiera en una palabra.  Sus dedos, cubiertos de callos aprietan con fuerza.  Desearía reclinar mi rostro en su pecho y mojarme con su sudor.  Desearía lamer su cuerpo y besar su herida abierta, pero sólo puedo temblar, y soltar su mano lentamente.  
"Mi niña, no me mientas.  Dime donde dormiste anoche.  En los pinos, en los pinos donde el sol no brilla. Allí me estremecí toda la noche"
Where did you sleep last night? (In the pines).  Tradicional de los Montes Apalaches. Circa 1870. 
Versión acústica por Nirvana.  MTV unplugged. 1993
   

lunes, 28 de noviembre de 2011

Demencia


"Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios"
Donde habite el olvido. Luis Cernuda. 1934


El cromosoma del ojo de pez billantemente coloreado que inicia la armoniosa desintegración de la persistencia de la memoria.  Salvador Dalí.  1952-54
Oleo sobre lienzo.  Museo Dalí, San Petersburgo (Florida)

Con la Madre hemos ido a visitar a su anciana tía. Vieja casona. Tejas de barro cocido, Bahareque, guadua, revestimiento de boñiga seca,  paredes encaladas.  Hace años está en cama por una misteriosa enfermedad que primero la privó de su equilibrio, después de su audición y por último de sus recuerdos.  Idéntico padecimiento afligió primero a su madre, y a sus hermanas (exceptuando únicamente a la Madre de la Madre que murió repentinamente durante el sueño de la noche, antes de revelar los primeros síntomas).  La Bisabuela, ya casi centenaria, se aferra a la vida aún, tras largos años de sufrimiento y movilidad reducida, desde su lejano enclave en la montaña, del cual no salió nunca.  Ha pasado los últimos años al cuidado de una de sus nietas, la cual sucumbió a un cáncer terminal que no le dió oportunidades y se la llevó precipitadamente, antes de que tuviese tiempo, incluso, de asimilar su propio destino.  La Madre ha deliberado con sus parientas, y ha decidido hacerse cargo del cuidado de la Bisabuela.   El Administrador ha prestado su Jeep de la Segunda Guerra, y la han traído un domingo por la tarde.  Es muy vieja y de aspecto frágil. Piel acartonada, cruzada por profundos surcos. Cabello blanco recogido en una trenza. Ojos que miran sin ver, opacados por las cataratas, con una medialuna gris que circunda sus córneas.  
Reverberación del vacío.  Estarcido, tinta sobre papel. 2008

Ella y la gente de su generación, vieron el prístino bosque de niebla y le arrancaron sembradíos con la sola fuerza de sus brazos. Surgieron las trochas. Se irguieron las pequeñas aldeas.  La siembra. La cosecha. Los calabazos.  Las pieles de jaguar.  Lo he visto en sus ojos turbios .   La Madre me ha pedido que deje de velar su sueño.  Dice que la perturbo cuando me ve al despertar, sentado junto a su cama, mirándola fijamente.  Le ha dicho que su hijo ha vuelto para robarle los recuerdos. Su único hijo varón fué, en vida, el primer idiota de la aldea, ya muerto hace largo tiempo.  Conforme sus recuerdos desaparecen, su presencia física parece desaparecer también.  La Madre dice que la fiesta del fuego fué siempre su época favorita del año.  El Padre y los Hermanos  han construído arcos con los largos tallos del bambú.  Sobre sus nudos, las velas que se encienden en la noche. En el patio central, un pequeño cono que escupe millares de chispas coloridas de pólvora.   La Bisabuela las ha visto, y ha sonreído.  Finalmente, ha terminado por olvidar incluso su voluntad de vivir.  La mañana la ha encontrado fría y sin vida. 

The memory remains.  Metallica y Marianne Faithfull.  ReLoad. 1995.  Elektra records

jueves, 24 de noviembre de 2011

Vacilación

"Lejos estaba el agua de mi fiebre.
Yo no tenía fuerzas de alcanzar
el alto muro, la colina ardiente,
el cíngulo del cielo con el mar"
Fiebre.  Juana de Ibarbourou.  Las lenguas de diamante. 1919

Radix insatiabilis.  Juan Manuel Echavarría. 
1997. Museo de arte moderno de Bogotá 

Tercer Hermano acostumbra salir al anochecer.  Va a la fonda del camino, a encontrarse con sus amigos, beber aguardiente, jugar billar y seducir a las campesinas locales.  Un poco antes de medianoche, generalmente,  regresa tambaleándose y tratando de no hacer ruido.  Pretendo que duermo. Con un ojo apenas entornado, le veo a través de mis pestañas, desnudándose hasta quedar en su ropa interior.  Entonces apaga la luz y se mete en su cama.
Undécima geometría sagrada.  Marcadores permanentes sobre papel.  2006

Esta noche, es diferente. Se acerca, sin decir nada.  Se sienta en el borde de mi cama, con sus piernas abiertas.  Veo, nítido, el perfil de su paquete bajo su tanga azul.  Es inútil fingir que sigo dormido.  Sabe que estoy despierto y que le miro. Me averguenzo.  Mi cuerpo entero pesa como una tumba.  Con un esfuerzo supremo de voluntad levanto mi mano y la apoyo sobre su muslo, solo un poco más arriba de la rodilla.  Piel tibia. Carne firme. Huele a Sudor y Humo de cigarrillo y Anís y Cardamomo. El Hambre me azuza.  Me veo en mi mente, deslizando mi mano suavemente por la cara interna de su muslo.  hacia arriba.  Sin embargo,  el brazo no se mueve. La mano permanece inerte, apoyada sobre su piel.  Se que él lo espera.  Me pregunto que es entonces lo que me lo impide.  Está, obviamente, prohibido por la ley, y por la santa madre iglesia.  Es un ejemplo claro de lo que constituye Tabú en la vasta mayoría de las sociedades humanas, vivas y extintas.  Pero no.  No es esa la razón.  En mis encuentros conmigo mismo, imaginé momentos como éste  muchas veces.  Pero sólo hasta este punto.  Estar cerca suyo y tocar su piel.  Y despues... Sólo sé que deseo hacerle algo pero no estoy seguro de qué.  El momento se extingue y pasa.  De repente, se levanta y apaga la luz del interruptor en la pared.  Despues, el crujido de las tablas de su cama.  Pronto, el¨sonido de la respiración acompasada de su sueño. 



"Que poderes en la sombra
juegan con mi voluntad?
una máquina los nombra
para podernos controlar"
Dime la verdad.  Marta Sanchez
Mi mundo. 1995. Sony

martes, 22 de noviembre de 2011

Compulsión

"Y así, yo vendré una noche
cuando la hora del placer suene,
hacia los tesoros de tu persona,
como un ladrón, caminando de puntillas.
Para castigar tu carne jubilosa,
para macerar tu seno intacto
y hacer en tu flanco estremecido
una herida ancha y profunda"
Charles Baudelaire. Les fleurs du mal. 1857

Onania. Mihaly Von Zichy. Grabado sobre cobre. 1911

 
Tercer ciclo. Las pasiones complejas

El primer orgasmo pronto trajo consigo un segundo, y un tercero, y una vorágine de placer y verguenza mezclados.  El baño diario, el sanitario, un arbusto denso, el camino de ida, el camino de regreso. Cualquiera es un buen lugar. Cualquiera es un buen momento.  Sólo un momento a solas.  Es imposible desprenderme.  La presencia del Hambre se hace tangible y se agiganta.   Me siento como si fuese una de las ratas con las que James Olds describió el sistema límbico (1954), y que voy a dejarme morir de cansancio e inanición con tal de seguir estimulando los centros de recompensa  

Desde la partida de Primer Hermano y la decisión de Segundo Hermano de irse a vivir con su mujer, sólo quedamos Tercer hermano y yo en el cuarto.  Actúa normalmente, como si no se hubiese dado cuenta que lo he visto durante su baño. Tal vez no me ha visto, después de todo. 

 
Campo sinuoso de deseo.  Bolígrafo sobre papel. 2010

La noche del campo es perfectamente oscura y silenciosa.  Ninguna luz entra por el postigo cerrado de la ventana.  Escucho el sonido acompasado de su respiración dormida.  Al otro lado de la pared, el sonido del sueño de las Hermanas.  El piso de madera cruje al menor movimiento.  Con infinito cuidado cruzo los dos metros que separan su cama de la mía. Un par de horas y de orgasmos después, estoy de pié a su lado.  Por su calor corporal, adivino su forma.  Despacio, me inclino y siento en mi rostro su aliento.  Extiendo mi mano hasta casi tocarlo con la palma.  Levanto un poco su frazada y rozo levemente el vello de su pierna.   De pronto, un movimiento.  Temo haberle despertado.  Sin embargo,  reanuda su leve ronquido.  Permanezco completamente inmóvil por largos minutos.  Siento el sonido de mi corazón. Luego, el largo regreso en puntas hacia mi propia cama.

"Estoy sentado en un cráter desierto,
sigo aguardando el temblor
en mi cuerpo."
Cuando pase el temblor. Soda Stereo
Nada personal. 1985.  Sony 

lunes, 21 de noviembre de 2011

Extasis

"Vi a un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo en forma corporal... No era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles muy subidos, que parece todos se abrasan... Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas: al sacarle me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva la suavidad que me pone este grandísimo dolor que no hay desear que se quite"
Teresa de Cepeda y Ahumada.  Vida de Santa Teresa.  Capítulo XXIX. 1559


San Sebastián.  Fred Holland Day. Platinotipia. 1906

Ha llegado la cosecha, como todos los años.  Las cerezas del café se acumulan en una montaña roja. El despulpado de los frutos se extiende por horas. Empiezo la recolección de los residuos en el ardiente calor de la media tarde.  El olor dulce de la sangre de los frutos triturados me ahoga.  En medio del campo, orino de pié junto al gran eucalipto.  La luz esplendorosa del sol, me muestra la presencia de los primeros vellos púbicos, apenas apuntando. El cuerpo madura más rápidamente de lo planeado. Esperaba un par de años aún, antes de esta transición.   Normalmente, ya habría terminado para esta hora, pero la tierra ha sido generosa este año, y aún quedan muchos cestos por cargar. De pronto, el sonido del agua que corre.   Por la hendidura de salida de la máquina, a través de un pequeño espacio a la izquierda de su gran cilindro giratorio, lo he visto. Mi corazón se oprime. Me ha sorprendido de nuevo la hora del baño de Tercer Hermano.  

Extasis místico.  Bolígrafo sobre papel.  2009

Ahora, a escasos metros, lo puedo ver mucho más nítidamente.  El agua deslizándose por su pecho.   Remolinos de vello alrededor de los pezones y bajando, por la linea central de su abdomen marcado. Su torax se expande rítmicamente, con su respiración agitada.  De nuevo, el Hambre me sostiene firmemente anclado al suelo. Quisiera volver el rostro, pero no puedo.  Su masculinidad, erecta, surcada de venas dilatadas.  Una gota brillante de fluído en la punta.  Se masturba furiosamente.  Involuntariamente, mi mano busca, imita sus movimientos. El placer invade todos los circuitos de la consciencia, en oleadas.  Ha dejado de masturbarse de pronto. Un par de pasos en mi dirección. Se ha plantado de frente a mí. Erguido, con los pies separados.  Creo que me ha visto.  Quiero correr. Inútil.  Tal vez me señalará con el dedo, se vestirá corriendo y saldrá a buscarme para darme una paliza.  Tal vez se lo diga al Padre.  No podría sobrellevar tanta verguenza.   En lugar de ello, con cuidado, se acaricia los testículos largamente, despacio, como quien hace rotar en su palma un par de esferas baoding. Su sexo, perfectamente turgente. El glande visiblemente enrojecido.   El placer se ha convertido en una gran esfera de luz que explota dentro de mí, llenándome por completo, en oscilaciones intermitentes.  Así, caigo de rodillas entre las húmedas y  rojas cáscaras trituradas. En mis oídos, zumba el palpitar furioso del corazón. 
"El placer es un alivio, y el orgasmo un abismo"
Días de borrasca (vísperas de resplandores)
Heroes del Silencio. Avalancha. 1995. EMI

sábado, 19 de noviembre de 2011

Alcohol


"¡Cierto: mucho he llorado! El alba es dolorosa.
Toda luna es terrible, y todo sol, amargo.
El agrio amor me hinchó de embriagantes torpores:
¡Que mi quilla reviente! ¡Que me hunda en la mar!"
El barco ebrio (Le bateau ivre).  Arthur Rimbaud.  1871

Los borrachos o el triunfo de Baco.
Oleo sobre lienzo. Museo del Prado


El matrimonio del Padre y la Madre cumple 30 años. Es el dia de la celebración.  El Padre ha sacado los viejos discos de acetato que suenan sólo en las ocasiones especiales, y busca insistente en los cajones una aguja de diamante para la máquina reproductora. Una vez montada, gira vertiginosamente sobre los diminutos surcos, arrancándoles notas musicales.   La Madre ha sacado la garrafa de vino de cereza y ha servido un vaso para todos.  Un brindis.  Todos dan sus felicitaciones. Segundo hermano presenta un discurso que ha preparado para la ocasión.  Las Hermanas sirven los tamales en los que emplearon todo el día.  Los Hermanos reparten la chicha de maíz que reposa fermentándose en la gran olla de barro, con una herradura de hierro en el fondo desde el mes anterior.  La Madre y el Padre bailan una vieja cumbia que nunca había escuchado.  Jamás los he visto bailar antes. Parecen alegres y comunicativos.  
Delirium. acrílico sobre cartón. 2007

El tratado de Lee Goldman habla de inhibición gradual de las funciones cerebrales que afecta de manera mas ostensible a la expresión de las emociones. Hasta ahora he asimilado algunas, puede ser interesante  el efecto de esta neurotoxina en los circuitos que las gobiernan. Posiblemente podría aprender más acerca de su última naturaleza.  He visto en que alacena guarda la Madre la garrafa de vino.  Es dulce, por lo que es mas fácil de deglutir que la chicha. Un vaso y otro. Una sensación cálida,  la acomodación visual falla. La motricidad se entorpece. Igual el equilibrio.  Han ido a buscarme.  Me preguntan que he hecho. 
-Solo probando como se sienten las emociones cuando la inhibición falta.
-Como es que siempre dice cosas tan raras?
-Las creaturas hacen preguntas cuyas respuestas no quieren saber en realidad.
-Está borracho.
-Es que ustedes le dan mal ejemplo.
-Cuando yo era joven y tenía esa edad ya me había pegado mi primera borrachera.
-Cuando éramos jóvenes ustedes eran sólo el lodo que bullía a nuestros pies
......

La exoforma se rebela.  Con violentos espasmos expulsa el contenido gástrico como mecanismo de autopreservación.  Pulso acelerado.  Sudor frío.  Finalmente todo se oscurece.  La neurotoxina no me ha enseñado nada nuevo sobre la emoción humana, pero me ha inducido a mencionar lo que no debe ser mencionado.  Los mecanismos inhibitorios son esenciales para una adaptación adecuada. No debe jugarse con ellos



"Ponte la máscara, tu máscara y podras tener felicidad.
Porque todos llevan su disfraz,
porque todo el año es carnaval,
no salgas a la calle sin la máscara"
Mónica Cervera en 20 Centímetros (Ramón Salazar. 2005).Versión de La máscara. Pepa Flores. La nueva cenicienta. 1964. Zafiro

jueves, 17 de noviembre de 2011

Jerarquía

"Y mientras las vías cerebrales son claramente visibles, sus formas engañosamente obvias, sus destinos son aún desconocidos. Sus secretos aún secretos. Y, si somos sinceros, es la seducción del laberinto la que nos llama a nuestro campo elegido para desbloquear esos secretos. Otros han estado aquí antes que nosotros y nos han dejado señales, pero nosotros, como exploradores de la mente, debemos dedicar nuestra vida y energías a ir más allá para pisar los pasillos desconocidos para encontrar al final, la solución final. Tenemos que ver, tenemos que saber..."
Phillip Channard.  Hellbound: Hellraiser II.  1988




Naturaleza muerta con faisán.  Claude Monet. 1861

Los seres humanos, como otros organismos gregarios, se rigen en su mente colectiva por principios generales de agresión y códigos de conducta, impuestos desde su estado salvaje por la lucha por la sobrevivencia.  Así lo señala el desvaído tomo de Etología de Irenäus Eibl-Eibesfeldt  (Estudio comparado del comportamiento - 1979) y es, de la misma manera, fácilmente observable en la manada de gallinas que la Madre cría en nuestro patio.  Establecen entre sí un orden estricto de picotazos, determinando el acceso a los alimentos y al apareamiento.   En el grupo de colegiales que comparten conmigo las clases, idéntico orden se establece de manera automática.  El reflejo involuntario que me hace enrojecer hasta las orejas cuando me dirigen la palabra, no ayuda a lograr un lugar favorable en la jerarquía.

Es el más alto del grupo,  y le divierte llamar la atención de todos y saludarme en voz alta con variaciones jocosas de mi nombre. Todos ríen viéndome enrojecer, matemáticamente, como un semáforo,  He ensayado a hacer lo mismo, pero mis intentos con los juegos de palabras carecen de sentido humorístico. He optado por evitarlos.  En los recesos, el viejo salón de música es un buen escondite.


Orden universal.  Tiza sobre cartón. 2001

El derruído piano es tocado por una muchacha de manos blancas y dedos finos, que ensaya todos los días. Está en el último grado. La Polonesa de Chopin (Opus 53. 1842) se desliza entre sus dedos, sin esfuerzo aparente. Se ha ofrecido a enseñarme.  Mis manos, torpes, son incapaces con los ejercicios básicos, como un animal que aporrea las teclas blancas y negras.  Han venido, sin embargo, una vez la muchacha ha salido con sus partituras bajo el brazo.  El techo, aislado con paneles de lana de vidrio, es buen material para sus propósitos.  Han arrancado gruesos trozos de lana y la han introducido bajo mi ropa, contra la piel, como una muñeca de trapo que se rellena.   Las fibras irritan la piel (y las mucosas) y persisten por dias. Parece buen momento para hurgar en los mecanismos del orden social. Es necesario establecer un desafío a la jerarquía de picotazos.  Subrepticiamente, he sustraído su maletín.  El acuario del pasillo principal tiene un cardumen de peces dorados (Carassius auratus) que ondulan perezosamente sus velos transparentes.  Allí, sus cuadernos, desplegados en abanicos abiertos, como fondo, establecen un bonito contraste.   Espero de pie, al lado del acuario, que encuentre el maletín vacío que he dejado junto a su escritorio.   Es de esperarse dos principales resultados posibles: mayores represalias y equilibrio restablecido al orden original, o vacilación y equilibrio hacia un nuevo orden.  Se acerca, indeciso.   Le miro a los ojos. Intimidación.  Sabe que he sido yo.  Sus amigos lo saben igualmente.  Un momento de duda.  No lo venía venir.  La maestra de ciencias le ayuda a sacar los cuadernos mojados.  Le ha dicho que no sabe quien ha sido. Probablemente rajar los neumáticos de su bicicleta haya sido, despues de todo, innecesario. 


"Ponme fuera del alcance
del bostezo universal,
nos veremos en el exilio
o en una celda.
Porque fuera del reposo
de mi historia personal
soy un ave rapaz,
mirad mis alas"
Deshacer el mundo.  Heroes del Silencio.  1988