miércoles, 30 de noviembre de 2011

Comunión

"¡Ay, petenera gitana!
¡Yayay petenera!
Tu entierro no tuvo niñas
buenas.
Niñas que le dan a Cristo muerto
sus guedejas,
y llevan blancas mantillas
en las ferias"


Falseta. Gráfico de la petenera. Romancero Gitano.  Federico García Lorca. 1928

"La noche se espesa como un vino de cien años. La serpiente gorda del Sur abre sus ojos en la madrugada, y hay en los durmientes un deseo infinito de arrojarse por el balcón a la magia perversa del perfume y la lejanía."
Diálogo del amargo.  Poema del cante jondo.  Federico García Lorca. 1921
Los siete sacramentos. Roger van der Weyden. 1450
Oleo sobre madera.  Museo Koninklijk voor Schone Kunsten, Antwerp, Bélgica

El Padre ha reunido por fin, lo suficiente para encargar algunos arreglos necesarios. Reparaciones a los viejos tejados corredizos que cubren las grandes cajas de madera en las que los granos de café se secan al sol. Un inodoro con agua corriente, para no tener que usar más la letrina excavada en la tierra. Una ducha de regadera, para no tener que usar más la manguera de caucho.

Novena geometría estelar.  Acrílico sobre gesso.  2007

Tras algunas semanas de catecismo dominical, es el día señalado para la Primera Comunión. Parece ser de gran importancia para las entidades parentales.  Me han comprado una camisa blanca.  Un pantalón de paño.  Nunca antes tuve ropa nueva, sólo la vieja ropa de los Hermanos. La Madre adorna una gran vela blanca.  Debo bañarme para estar listo. Partiremos pronto a la ciudad. La regadera de la nueva ducha me acaricia con sus cien chorritos de agua fresca.   Al otro lado de la puerta, el ruido de las herramientas.   Me inclino hasta recostarme sobre el suelo.  Por la pequeña hendidura bajo la puerta, veo el patio central. Es el constructor que ha traído el Padre.  Hombre recio de barba cerrada, y cabello de cepillo.  Con sus fuertes brazos dobla las varillas de hierro para hacer vigas, con las cuales levantará un muro.   Su raída camisa abierta, sin mangas, deja ver su pecho velludo y sus poderosos músculos, de venas hinchadas por el esfuerzo. Me masturbo furiosamente, en una posición incómoda, con la mejilla pegada al suelo mojado.  El agua cae sobre mi espalda.  El orgasmo viene pronto, pero el hambre no cede.  Necesito continuar.  El extemo puntiagudo de la varilla en la que trabaja ha lacerado su carne. Una blasfemia.  Sangra.  El segundo orgasmo me sacude.

Hemos llegado a la iglesia grande de la ciudad.  Sus altos muros, cubiertos de piedras pulidas, sacadas de los bancos del gran río.  Se quema el incienso.  En lo alto del techo inaccesible, vuelan las palomas.  Las niñas, con sus blancos vestiditos de novia, y sus blancas mantillas.  Los niños con sus trajecitos elegantes y corbatas a juego.  Antes del acto principal, la ceremonia de la confesión y el perdón de los pecados.
- Me acuso de que he faltado a misa cuatro domingos este año
-Que mas?
-Me acuso de no creer en la infalibilidad pontificia.
-Algo mas?
-Me acuso de haberme comido una pastilla de menta que pertenecía a mi hermano sin haberle pedido permiso.
-Nada mas?
-Nada
-Ni pensamientos impuros?
-No, ciertamente.
Finalmente, el desfile solemne por la nave central.  La pequeña oblea de la eucaristía. Una foto encargada al fotógrafo que trabaja afuera de la puerta principal. De vuelta a casa. El Padre ha abierto una botella de aguardiente para celebrar la ocasión.  Los Hermanos han invitado al constructor a suspender su tarea y acompañarnos.  Se acerca, sonriendo.  Me extiende su gran mano vendada y me felicita.  Desearía decirle algo pero no puedo pensar ni siquiera en una palabra.  Sus dedos, cubiertos de callos aprietan con fuerza.  Desearía reclinar mi rostro en su pecho y mojarme con su sudor.  Desearía lamer su cuerpo y besar su herida abierta, pero sólo puedo temblar, y soltar su mano lentamente.  
"Mi niña, no me mientas.  Dime donde dormiste anoche.  En los pinos, en los pinos donde el sol no brilla. Allí me estremecí toda la noche"
Where did you sleep last night? (In the pines).  Tradicional de los Montes Apalaches. Circa 1870. 
Versión acústica por Nirvana.  MTV unplugged. 1993
   

2 comentarios:

  1. Hoy fue el momento de dedicar parte de la tarde a estos capítulos del mes de Noviembre, de seguir al protagonista en sus contactos con la Muerte, con la ciudad y sentirle en su despertar al sexo y al amor. Los hasta ahora no-encuentros con hermano tercero me han llenado la cabeza de pájaros locos y fogosos, jajaja...
    Lo disfruto mucho, de verdad.
    Un abrazo, guapo.

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  2. Muy querido Un-angel: Me satisface enormemente que hayas disfrutado la lectura. Es en verdad dificil de deshacerse de esos pajaros que nos habitan la cabeza y este ejercicio es en cierta medida un intento por exorcizarlos. Besos y abrazos

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