lunes, 23 de enero de 2012

La amabilidad de los extraños

"¡El sueño se deshizo para siempre!
En la tarde lluviosa
mi corazón aprende
la tragedia otoñal
que los árboles llueven.
Y en la dulce tristeza
del paisaje que muere
mis voces se quebraron.
El sueño se deshizo para siempre.
¡Para siempre! ¡Dios mío!
Va cayendo la nieve
en el campo desierto
de mi vida,
y teme
la ilusión, que va lejos,
de helarse o de perderse. "
Otra canción.  Federico García Lorca.  Libro de poemas. 1919


"Gracias, quien quiera que seas. Siempre he dependido de la amabilidad de los extraños"
Fotograma de Vivien Leigh en Un tranvía llamado deseo. Elia Kazan, 1951

"A Dios pongo por testigo que no podrán derribarme. Sobreviviré, y cuando todo haya pasado, nunca volveré a pasar hambre"
Fotograma de Vivien Leigh en Lo que el viento se llevó.  George Cukor/Sam Wood, 1939 


Las bolsas con mis pertenencias han sido vaciadas en el mostrador de madera de la recepción.  El portero ha cumplido con sus órdenes y ha verificado que no he sacado nada de valor del apartamento de E.  Sólo lo mío.  Excepto por su camiseta, que la llevo puesta bajo mi camisa y que huele a su presencia todavía. Atrás queda el alto edificio blanco.  En una banca de parque de hierro oxidado, me siento a organizar mis ideas.  A donde ir.  Que hacer.  Hasta ahora, había sacado algún dinerillo de las traducciones de textos que encargan otros estudiantes, pero no se encargan traducciones en las vacaciones.  En las montañas es la época de la cosecha. De niño, muchas veces vi la migración anual de los recolectores. Ahora, como entonces, centenares de desposeídos, sin vínculos ni familias, con todas sus cosas terrenas en un hatillo a la espalda, se esparcirían por todos los recodos de la cordillera, armados únicamente con la fuerza de sus brazos, ofreciéndose a trabajar en la cosecha del café. El Padre les daría un sí o un no. Les mostraría el cobertizo, con su suelo cubierto de esteras donde podrían dormir. Arrancando uno por uno los rojos y pequeños frutos del café, llenan pesados sacos de fique.  Su pago sería tres comidas diarias y algunos pocos billetes de acuerdo con el peso de  lo recolectado, que les sería suficientes para comprar aguardiente y una ramera los domingos.  Terminada la cosecha,  la mayoría se iría, nunca supe a donde.  Lejos, a seguir otras cosechas tal vez.  Algunos tendrían permitido quedarse un poco más, para el desyerbe y el abono de los campos.  Tal vez podría hacer eso por un tiempo.  Es el único trabajo en el que tengo experiencia.  Tal vez podría sacar suficiente dinero para irme lejos de aquí. Lejos de los recuerdos.  Lo primero debe ser notificar a la universidad que no podré regresar. No es correcto dejar asuntos inconclusos.  Aunque las clases regulares terminaron, la facultad sigue abierta para los que presentan exámenes supletorios.  La secretaria del decano le anuncia que solicito verlo.  Me recibe en su despacho,  y le he explicado las razones por las que no podré continuar con el próximo semestre.  Escucha con atención, y frunce el ceño.  Pide a la secretaria por el intercomunicador que lo comunique con alguien.  Debo hablar con alguien, me dice, antes de tomar cualquier decisión.  Por lo pronto debo ir a la sala de espera.  Un par de horas después, la secretaria me indica de nuevo que siga a su despacho.  Un hombre mayor, de cabello blanco y traje negro.  Lo he visto en alguna ocasión. Es el cura de la capilla.  Hablan como si no estuviera allí.
-Este es
-Y me dice que está estudiando con una beca
-Efectivamente. Y tiene buenas calificaciones.
-Y buen comportamiento?
-No hemos tenido quejas de él hasta ahora.  Aparte, claro, del inconveniente que usted ya sabe
-Lo sé, Su madre me encargó una misa por él en ese entonces. 
-Entonces, puede ayudarlo?
-Haré lo que pueda.
Principio de incertidumbre 4.  Acrílico. Estarcido sobre cartón


Finalmente me explican que el cura patrocina una casa que queda cerca de la universidad, donde la gente pobre que vive en pueblos lejanos pueden quedarse mientras están estudiando.  Misericordiosamente, ha evitado preguntarme por los detalles de mi situación.  Ha acordado darme un sitio allí si decido continuar con mis estudios.  Tendría donde vivir, la parroquia se hace cargo de las cuentas de electricidad y agua.  Cada quien, sin embargo, se hace cargo de su alimentación y sus gastos personales, y de la limpieza general.  Es una casa grande y vieja, de muchas habitaciones, con un bosque espeso en el patio trasero.  Hay una litera para tres, en cada cuarto.  Ahora la mayoría de los ocupantes de la casa se han ido a sus casas.  Solo quedan un par que están atrasados con sus exámenes, y la portera, que vive en el sótano con su hija.  Cuando hay estudiantes, vende sopa por algunas monedas. El cura me ha recomendado con el obispo de la catedral, quien necesita encargar cien mantillas para regalar a los pobres para los bautismos de la noche antes de navidad, y me ha traido las cien piezas de basta tela blanca de algodón, unos pinceles y  algunos botes de pintura,  con el encargo de pintar en cada una la paloma del espíritu santo y una vela encendida.  Pagarán algo.  No será mucho, pero tendrá que ser suficiente, al menos hasta que pasen las vacaciones y regresen los estudiantes. Por ahora, sólo la casa vacía y muchas horas para caminar sin rumbo.

"La noche es mucho más oscura,
el viento es mucho más frío,
el mundo parece mucho más grande,
 ahora que me he quedado sola"
Papa, can you hear me?.  Barbra Streisand
Yentl. 1983

"El reloj se ha dañado,
pero el hambre despierta.
Son las seis y en la puerta
oigo a un hombre gritar:
Vendo leche sin agua,
vendo miel,
vendo pan.
Y Dinero no hay"
Una flor para mascar.  Pablus Gallinazus. 1972

9 comentarios:

  1. Saludos. Gracias por visitar este espacio. Los amigos de GoBri (http://porfingobri.blogspot.com/2012/01/blog-post.html) han tenido la amabilidad de publicar en su blog un relato de su servidor. Ojala pudiesen echarle un ojillo. Abrazos

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  2. Es verdad eso que a veces es más fácil encontrar gestos de amabilidad entre los extraños que entre los allegados. Me he imaginado al muchacho sentado en la banca del parque, abandonado, y con el rumbo perdido. Es la viva imagen de la soledad. Bueno, y el gesto de caridad cristiana, que siempre existe, me pareció fabuloso. Los buenos samaritanos también aparecen milagrosamente de vez en cuando,... y cuando más se les necesita. Conocía la canción de Barbra, bueno, es muy famosa, aunque no deja de resultarme conmovedora. Pero me sorprendió la de Pablus, la acabo de descubrir, y es tremenda, como un desgarro. Y es curioso cómo en el "Principio de la incertidumbre" lo primero que vi fue un corazón medio oculto entre la trama (cosas mías, jajaja). Todo un placer la visita. Besos y un fuerte abrazo. Y me voy a ver ese enlace.

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    1. Estimado Roberto: Hay, efectivamente, un corazón de fondo en la figura, pero nadie lo había notado antes. Se nota que tienes sensibilidad para el arte. Bueno, si puede considerarse arte estos pequeños intentos. Es para mí tambien un placer recibir tu visita. Un abrazo

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  3. Paso por aquí traído, como suele ser habitual en los blogs, por tus comentarios en lugares comunes de ambos. Tengo la sensación de que ya leí algo tuyo, pero no recuerdo.

    Leo ahora este fragmento y me dispongo a hacerlo con otros más antiguos. Me gusta mucho el tono que le das a lo escrito, la distancia que tomas sobre lo que cuentas, un narrador que sabe pero que no quiere implicarse.

    Pasaré por aquí para seguirte.

    Un saludo.

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  4. Estimado Argax: La verdad es que este es mi primer intento en la escritura, hasta antes de iniciar este blog hace algunos meses, nunca había escrito nada, en sentido literario. Me alegra mucho que el estilo sea de tu agrado, estaré a la espera de tus visitas. Creo que la única manera de dar sentido a los recuerdos es tomar distancia de ellos. Abrazos

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  5. Es decir, esto son experiencias personales? Vaya!
    Un saludo y un abrazo.

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    1. Estimado Argax: Las historias están basadas en hechos reales. Sin embargo, algunos personajes pueden haber sido modificados, fusionados o divididos y algunas circunstancias alteradas, para propósitos dramáticos. Algunos detalles han sido omitidos. La línea cronológica, así mismo ha sido en partes alterada con el propósito de facilitar la narración

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  6. Me imagino que así es. De todas formas leeré como si de ficción pura se tratara. Así me resulta más sencillo meterme en la historia, pero siempre estará esa curiosidad de qué será real y qué inventado.

    Un abrazo

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    1. Estimado Argax: la realidad a veces es una construcción endeble y lo que nuestra memoria conserva es un reflejo de otro reflejo de algo que tal vez experimentamos, y puede ser que la realidad sea más ficticia que la ficción. Un abrazo

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