lunes, 9 de julio de 2012

Vox faucibus haesit

"Creo que nunca más volveremos a vernos,
La mañana esconde su ojo ante mí.
He estado demasiado tiempo arrodillada
Ante tu silencio crepuscular.
Oh, nuestros labios ansían juegos
Florecientes nos hubiéramos besado bajo las grandes estrellas.
Velos fúnebres envuelven
Los elementos del cielo resplandecientes de oro"


Creo que nunca volveremos a vernos. Else Lasker-Schüller. Styx. 1902


Unfortunate moment of misunderstanding.  Jim Fiscus
Fotografía.  2009.  MProject gallery

Las visitas de V han sido mas frecuentes durante los últimos dias.  Ha embarazado a su mujer, pero las cosas no han ido bien. Ha tenido hemorragias. La han relevado de sus turnos. Le han ordenado reposo en cama. Le han prohibido tener relaciones sexuales.  V ha llegado de nuevo a mi cuarto, un poco antes del caer la noche.  Ha dejado una bolsa de plástico en la mesita de noche mientras empieza a desnudarse.
-Que es?
-Galletas de soda, para ella.  Es lo único que le quita las náuseas de la mañana.  Coma una, si quiere. Ya abrí el paquete.
Contrario a su costumbre, de únicamente bajarse los pantalones y penetrarme inmediatamente, V. se desviste. Despacio. Completamente. Con cuidado va doblando sus prendas a medida que las retira de su cuerpo y las deposita sin prisa sobre la silla.  Mientras lo observo,  sin darme cuenta, estoy mordisqueando la esquina de una galleta, salpicada de sal.   Finalmente, se ha tendido en la cama. Aunque no hay ventanas en el cuarto, el tragaluz en lo alto de la pared deja entrar un poco de la última luz dorada de la tarde, que hace resplandecer su cuerpo, largo y moreno.  El aire caliente se hace denso con el olor de su cuerpo. Escucho su voz, preguntandome porque no me he desnudado aún.  Mi mano recorre el contorno firme de su muslo.  De nuevo la sensación familiar de su sexo alojándose más allá de la garganta, donde no permite la respiración.  La sensible piel del saco escrotal se contrae automáticamente, con el contacto de mi lengua. V respira agitadamente.  Un poco mas abajo, un  poco mas allá de lo que nunca me ha dejado llegar, y sus piernas se separan y se levantan para darme espacio.  Gime cuando la punta de mi lengua trata de entrar. El agujero, húmedo, se contrae y dilata sucesivamente. Un gruñido vibra desde el fondo de su pecho. Me incorporo entre sus piernas, y frente a frente veo en su rostro la expresión del deseo.  Comprendo. Su  respiración agitada. Su mano que, asiendo mi sexo lo ubica para alinearse mejor. Un movimiento gradual y de pronto estoy dentro. Tan cálido. Tan placentero.  Jamás había penetrado a nadie antes.  V pide más. Mas fuerte. Mas rápido. Su erección tan sólida, rozando mi abdomen. Una gota de sudor corre por su mejilla.  Respira entrecortadamente, con la boca abierta.  En su interior, algo semiblando, probablemente su próstata, se endurece perceptiblemente. Sus músculos se contraen en espasmos periódicos. No puedo detener mi orgasmo, tan intenso como nunca antes, casi intolerable.  Cuando la crisis cede, noto que mis labios están buscando los suyos.  Entonces, su expresión cambia, como al volver de un sueño y, rápidamente me esquiva.
-Ya se me hizo tarde.  Me tengo que ir.
Un instante en el baño para limpiarse. Otro para vestirse apresuradamente.  En mi garganta unas palabras atoradas.  Quisiera decirle que lo extrañaré cuando regrese a su ciudad a la orilla del mar, pero en realidad somos muy poco mas que extraños.  Apenas sabemos nada del otro. Sólo nuestros cuerpos.  Sé que para él soy sólo una válvula de escape, un poco mejor que su mano derecha.  Unicamente un entorno seguro donde mostrar una parte de sí que no le muestra a nadie, ni reconoce siquiera ante sí mismo. Ya se ha ido.  El cuarto permanece saturado de su presencia.  La humedad de su orgasmo todavía sobre mi estómago.



Crustulum Monstrum.  Tinta sobre papel. 2012

Despierto, un poco antes de la primera luz.  La ducha fría me ayuda a desprenderme del olor de V. El pasillo esta vacío aún. En el amanecer silencioso, se oye casi imperceptible el llanto de una mujer desde uno de los cuartos cercanos.  Probablemente es ella.  La voz de V murmura algo ininteligible por lo bajo, en tono de reconvención.  Es ella, definitivamente.  Mi turno espera.  Hay pacientes que valorar para las cirugías de la mañana.  El anestesiólogo llegará pronto a firmar las notas.

Procedimiento número uno: Ortopedia.  Reemplazo total de cadera.   Tipo de anestesia: Raquídea
Procedimiento número dos: Cirugía general. Colecistectomía laparoscópica.  Tipo de anestesia: General. 
Procedimiento número tres: Suspendido temporalmente por solicitud de Gineco-obstetricia para procedimiento de urgencia.  Legrado por aborto espontáneo incompleto. Edad gestacional estimada: 12 semanas. 

Sobre la mesa de cirugía, La mujer de V.  Triste y ausente.  El anestesiólogo recita sus órdenes de medicamentos para la inducción, mientras conecto los instrumentos de monitoreo.  Ha decidido que al ser un procedimiento corto no es necesario intubar.  Ha conectado la válvula de halotano a la máscara de ventilación y me ha ordenado ventilarla manualmente.  Luego se va para adelantar el siguiente procedimiento en el quirófano dos.  La mujer es pálida, blanquísima.   Bajo la piel de su cuello las venas se colorean levemente de azul. A pesar de hacer presión con la máscara, el gas se escapa un poco por los instersticios, con su inquietante olor de dulce metálico.  En sus sueños, un lejano día, el primer año de universidad, cuando tuvo que pasar por lo mismo, aunque voluntariamente, por un descuido con su novio de entonces.  Ahora, sin embargo, es diferente.  Se había aferrado a su incipiente maternidad, e incluso había visto en ella la posibilidad de reencuentro con V, con quien las cosas se habían hecho tan distantes.  El rostro que habría tenido la criatura no nacida, si las cosas hubiesen sido de otra forma, se le aparece a través de una densa bruma. 

El largo día ha terminado.  Ha sido el último turno.  La ceremonia de graduación será en un par de semanas.  Debo recoger mis cosas, aunque no hay mucho que recoger. Ya pronto vendrán los nuevos internos, a ocupar el lugar de los que nos vamos.  Las puertas de la mayoría de los cuartos están abiertas, y los cuartos vacíos.  Incluso el de V.  Se ha ido sin decir adiós. Es mejor así. 

Llego de nuevo a la antigua casa de la Hermana Mayor.  La Madre me ha pedido que regrese a su lado, ahora que ha quedado sola.  Golpeo la puerta y al abrir me recibe con un abrazo, como en los viejos tiempos.  En la sala de estar, Hermano Mayor, que se encuentra de visita.  Parece sorprendido de verme allí.  Un apretón de manos, breve.  En la mesita, el café, recién servido.   Un plato de las tortas fritas de harina de trigo, que la Madre acostumbra servir a las visitas.  Un minuto de silencio. 
-Vaya y descarga su maleta, mi hijo, y viene a tomar el café con nosotros.  Está desocupado el cuarto de abajo.
Al regresar, un hilillo de vapor aún se levanta de la taza de café a medio beber.  Sobre la servilleta, una torta con dos mordidas. 
-Tómese su café antes de que enfríe, mientras le preparo algo de comer.  Su hermano tuvo que irse. Se acordó de una diligencia urgente...  

 
4′33″John Cage.  1952


Dream House. John Debney. 2011

6 comentarios:

  1. La narración de hoy, que yo llamaría erótico-médico-gastronómica, aparte de resultar muy instructiva, me ha llevado por diferentes estados de ánimo. Confieso que la parte erótica realmente me ha puesto "duro", por decirlo educadamente. Me ha gustado muchísimo, jeje. Pero el reencuentro con la madre me ha provocado una sensación agridulce, entre la buena acogida de la madre y el desplante del hermano, ciertamente doloroso, como la marcha de V. No conocía el concierto 4'33'', me ha sorprendido, o más bien debería decir que me ha dejado desconcertado, jajaja. Original es, desde luego, jajaja. La pieza de Dream House es una preciosidad, y ahora que por aquí es casi media noche me ha producido el efecto de una canción de cuna, jeje. El Crustulum Monstrum también me resulta interesante, te voy a decir que, en el contexto de la historia, su aspecto me ha recordado digamos que al sol rosáceo del amanecer de la espalda, por decirlo de una forma poética, jeje. Pues me voy a dormir con todos estos regalos en la cabeza... Besos y un fuerte abrazo transoceánico :-).

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    1. Querido Roberto: Es gratificante que te haya hecho un buen efecto la narracion ;-) A mi tambien me hizo mucho impacto la primera vez que escuche ( o no escuche) el 4´33", es de esas cosas que lo dejan a uno entre incredulo y perplejo. Me recuerda la primera vez que vi imagenes de la obra de Rothko, especialmente las de la capilla Menil y no me cabia en la cabeza que cosas asi se pudieran considerar arte, y luego me hizo pensar que a lo mejor el arte es mas que unicamente la obra sino que tambien se compone en gran medida del espectador que lo contempla y la reaccion que tiene. Muchas gracias de nuevo por tu visita. besos y abrazos

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  2. Al terminar de leer, dos sensaciones: alivio y curiosidad. Alvio por que de momento quedara atrás la oprimente y cansina neblina vital del hospital (un gran mérito crear un sitio tan opresivo) y curiosidad por lo que va a vivir con la madre y las relaciones familiares.

    Me desconcertó un poco la parte en que habla de lo que la "abortada" siente e imagina. Un narrador en primera persona no puede saber esas cosas y me ha chocado un poco. Por lo demás, como siembre, muy bueno

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    1. Muy estimado Argax: Que bueno que la lectura te haya evocado esas sensaciones, porque eran las que quería transmitir. En cuanto a la alucinación de la segunda parte, se debe a que los gases anestésicos juegan un poco con el cerebro y te juegan trucos mentales. es un poco desagradable y bastante curioso. Besos y abrazos

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  3. El mecanismo de la alucinación lo he entendido. Pueda que sea problema mío que a veces soy muy puntilloso, pero no me quedó lo suficientemente claro ese desplazamiento de narrador. Pero te repito, eso no resta ningún mérito al pasaje. Un beso alucinado.

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    1. Tienes mucha razón, no es idea tuya. Lo que pasa es que no tengo muchas destrezas en cuanto al desplazamiento y combinación de puntos de vista y los procedimientos oníricos de figuración. Trabajaré en ello. muchas gracias por tu aporte. besos y abrazos

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