sábado, 29 de marzo de 2014

Abyssus abyssum vocat in voce

"Te he robado a ti, mientras jugabas, dulce Juvencio,
un pequeño beso, mas dulce que la ambrosía más dulce.
Pero esto no impune lo he llevado, pues hace más de una hora
que clavado en lo alto de una cruz yo, recuerdo, estoy,
mientras ante ti me purgo, y no puedo con llanto ninguno
un poco de vuestra crueldad sustraer.
Pues una vez que esto ocurrió, con muchas gotas de agua lavaste
tus labios y los enjugaste con todos tus dedos,
para que nada contraído de mi boca te quedara,
como de la sucia saliva de una ramera contaminada."
Poema 99.  Gayo Valerio Cátulo. ca. 60 A:C: 
Don Brown.  Lon of New York.  1940



Pancraciastas.  Escultura en mármol.  Grecia. Siglo III A.C.


-Bueno, creo que eso seria todo por ahora. Los demás documentos me los puede traer en el transcurso de la semana.  Entonces me dice que está en disponibilidad de empezar desde ya?
-Si señora.
-Bueno, entonces lo primero es que conozca la gente y las instalaciones.  Vamos.
-Le agradezco mucho la oportunidad
Sala de espera abarrotada.  Ventilador de pared que zumba irregularmente mientras va girando de izquierda a derecha. De derecha a izquierda.  Rumor de conversaciones.  Dibujos geométricos sobre el piso de cerámica que retumba a cada paso de sus tacones de aguja.  
-Doctor L. que pena interrumpirle la consulta.  Venga, hágame un favor.  Este es el nuevo médico. por favor le muestra todo y lo pone al corriente del manejo del software y todo eso.  Lo dejo en buenas manos.  revise todo muy bien y yo aviso en recepción para que le abran agenda empezando mañana.   Antes de empezar pasa a mi oficina para formar el contrato.
-Mucho gusto.  Martín.

Martín sonríe ampliamente mostrando la mayor parte de sus dientes blancos y uniformes, contrayendo un poco los párpado.  Da la mano apretando con firmeza y mira muy fijamente, con sus ojos grandes y luminosos enmarcados por gruesas pestañas. Parece perpetuamente de un humor excelente y acentúa todas sus frases con expresiones faciales marcadas, un poco teatrales tal vez, y amplios gestos con las manos.

-Y esto es odontología. Mira, te presento a mi novia.   Amorcito, ven y conoces a nuestro nuevo compañero.
Una mujer bonita, inclinada sobre la boca abierta de un señor. El sonido punzante de un aparato metálico que gira a miles de revoluciones por minuto.
-Váyame alistando el ionomero.  No, ese no. El otro.
Se incorpora despacio.Se acerca quitándose los guantes de látex.  El corpiño parece a duras penas contener la masa voluminosa de sus senos que se estremece con una onda casi imperceptible, a cada paso, dando la impresión de querer desbordarse sobre el margen de su escote.   Extiende su mano blanquísima y suave.
-Encantada.  Por aquí a la orden para lo que necesite.

Todos conocen a Martín y todos son sus amigos.  Pasa repartiendo besos y palmaditas por todos los pasillos

-Y esta es la cocina. Aquí tomamos el café.  ¿Como te gusta?  supongo que cargado y caliente
-Si, gracias
-Con dos?
-No gracias.  Sin azúcar para mi.

Cada dia, su sonrisa amplia y sus curiosos apretones de manos en varias etapas como una suerte de saludo secreto.  El café en la cocina y la conversacion.  Trivialidades.  Detalles intimos de su relación con la mujer de senos grandes. Chistes obscenos.  Dobles sentidos. Detalles intimos de sus relaciones con otras mujeres. La música. El clima y el deporte.

-Tienes buena estructura.  Espalda ancha.  Eres alto.  Nada mas que estas muy flaco.   Deberías entrenar
-Es porque estuve un poco enfermo recientemente.  La verdad nunca he ido a un gimnasio
-Hay uno cerca por aquí.  Yo voy temprano en la mañana.  Podríamos ir juntos y yo te explico la rutina.



Laberinto de espejos. Lápiz blando sobre papel. 2011


Cada mañana, el gimnasio y cada mañana sus atroces paredes teseladas de espejos enormes que se multiplican monstruosamente los unos a los otros. Cada noche un poco de dolor.  Cada mañana, sin embargo, las duchas.  Se desnuda descuidadamente, dejando caer sus prendas aquí y allá.  Largos minutos bajo el agua, mientras el agua acaricia su cuerpo.  Se seca despacio, con cuidado desliza su toalla blanca, apoya su pie sobre el banco y cada gota de agua sobre su cuerpo desnudo refleja el resplandor del tubo fluorescente en el techo, corriendo sobre sus hombros redondos. sobre el contorno de su dorso.  Sobre los hoyuelos de su articulación sacroiliaca, sobre los remolinos leves de los vellos de sus espalda baja.  Sobre la curva logarítmica de sus glúteos.   Cada dia un poco mas de fuerza en mis miembros.  Un poco mas del peso perdido.  Un poco mas de la energía faltante. Y con el regreso de la energía vital, el regreso del hambre.    Algunas veces, junto el valor suficiente para acercarme subrepticiamente a su ropa interior descartada sobre el banco.  El olor es fuerte y abrumador pero indefinible.  Sudor obviamente.  Un dejo de orina, quizás.  El cuerpo principal del olor se escapa a la descripción.  Tierra mojada, tal vez.  Animal.  Profundamente punzante

Paisaje de cristal con beso. Acrílico sobre cartón. Collage. 2008


Y luego, sus juegos usuales.  Los latigazos con la toalla mojada.  El salpicar del agua del lavabo mientras me seco.  Un pellizco tímido tal vez.  Entonces varios.  Una punzada de sus dedos en mi costado.  Un chillido involuntario y absurdo.
-No sabia que tenias cosquillas
Risa descontrolada
-Pues ya lo sabes.  Y ya para
Corrientes eléctricas por el cuerpo
-Parar que?
Lágrimas en los ojos
-Eso.  No.
El diafragma se contrae espásticamente
-No, que?
No nos hemos vestido todavía
-No, por favor.  Es una tortura

Busco sus manos,  que se escapan y se resisten a ser inmovilizadas.  Su rostro tan cerca.  Entonces, el contacto.  Por un segundo su boca se abre un poco y se siente el calor húmedo de la parte interna de su labios.  El sabor a sal de su saliva. una exhalación del aire caliente de su respiración.  un latido de su corazón contra mi pecho.  un contraerse leve de las yemas de sus dedos sobre mis costillas. La ondulación mínima de la punta de su lengua.   Luego, la ruptura. Un empujón seco contra ambos hombros. La sangre agolpándose en el rubor del rostro.  Una exclamación.  Una blasfemia.  El palpitar del corazón retumbando en los oídos.  Una maldición. El crujido de mi mandíbula contra sus nudillos. La oscuridad en los ojos. De algún modo, el crujido de su pómulo contra los mios.  El sabor a hierro de la sangre.



"El agua cae por su espina
acariciando su fuerte físico, oh, tan bien definido.
Calmado como una roca, el se mantiene así.
Oh, admira su cuerpo y alma.
Un dios amistoso debió haber construido en este hombre
a un todo, en su totalidad bien balanceado.

Un antiguo fantasma despertó y forzosamente se apoderó de mi.
Era ese viejo, salvaje, pero casi olvidado ideal
de perfecta neutralidad.

De alguna forma envidio a este hombre naturalmente hermoso.
El nunca sabrá o se enfrentara al odio y la vergüenza que yo poseo,
la duda, el pretexto del disgusto y todo el miedo devorador.
Y si yo le dijera sobre eso puede que el solo agite su cabeza,
con generosa diversión, risa melódica
el entonces, tal vez podría simplemente sonreirme
a mi, oh tan estúpida tontería
y a la bestia furiosa dentro de mi"

2007.  Apocalyptic Vision







8 comentarios:

  1. Hola, Blackmount, compañero. Qué personaje tan singular ese tal Martín. A medida que va ampliándose su caracterización en el relato va cambiando la impresión que produce. Tanta simpatía y sociabilidad parece que ocultan ansias de poder y dominio sobre los demás, o más bien son medios para lograr esos fines. Y el juego final parece urdido como para hacer burla. Un tipo de cuidado, como diría Elvis: "You look like an angel, ... but you are the devil in disguise", o así me lo parece. Muy interesantes también tus composiciones. El "Laberinto de espejos" me luce armónica, diáfana, con un toque de optimismo. El "Paisaje de cristal con beso", en cambio, resulta más extraña, produce sensación de aturdimiento, como la escena del final del relato. Y el vídeo que pusiste de Sopor Aeternus me produce también una extraña mezcla de sensaciones entre la melodía dulzona, la letra tan triste y el propio Anna-Varney, que de por sí ya resulta de lo más extraño. Ufff, una entrada de lo más completa y repleta de sensaciones. Besos, y un fuerte abrazo, Blackmount.

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  2. Nunca bien ponderado Roberto: muchas gracias de nuevo por tu presencia por aqui y por perseverar pese a el largo intervalo (por motivos de fuerza mayor ajenos a la administracion). No habia oido nunca esa cancion de Elvis, me gusto mucho y tiene mucha razon. Es como dicen: caras vemos y corazones no sabemos. Igualmente para ti besos y abrazos

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  3. El momento del beso es increíblemente intenso, y el brusco final como un jarro de agua fría...
    Como decía el anterior comentario, ¡que entrada tan compleja! y cuantas sensaciones contradictorias...
    Un abrazo

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  4. Muy estimado Un-angel: me alegra cienes y cienes que te haya transmitido algo, pues en si esa es la idea principal, que el relato transmita y no se quede indiferente. En si el momento del beso es el apex del relato y por tanto el que mas dio lata para expresar porque hay efectivamente muichas emociones encontradas. es un honor tenerte por aqui, besos y abrazos

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    1. Un placer para mi conocerte y descubrirte...besos y abrazos para ti también

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    2. El gris generalmente tiende a ser o mas claro o mas negro. Es interesante leer algo nuevo, un Abrazo

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    3. muchas gracias por la visita y bienvenido por aqui. me alegra mucho que te haya parecido interesante. fuerte abrazo

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  5. ...aaah si,como habia transcurrido tanto tiempo no recordaba ya que aqui tambien aparecia Martin...creo que debo retroceder mas...

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